Arroz caldoso con galeras, guisantes y
alcachofas
Tres de mis favoritos, tres que juntos,
forman un festival de sabor, una fiesta para los sentidos, una bondad
para los que disfrutamos frente a los fogones.
Guisantes frescos, recién arrancados
de la mata, llenos de azúcar, tiernísimos, alcachofas crujientes,
con sus chasquidos de recién traídas del campo, acabadas de separar
de la mata y, las galeras, los mal llamados “langostinos de los
pobres”, potentes en sabor a mar, con una carne finísimas.
La verdad es que soy partidario de los
arroces secos, pero, en este caso y en el del arroz meloso de pato,
acompañado de verduras de temporada o de hongos frescos, no pongo
ningún reparo, me parecen especiales, por lo suculentos que resultan
y las alegrias que proporcionan al paladar.
Solo hay que tener tiempo para pelar
los guisantes rápidamente, antes de que transformen el azucar en
almidón, proceso que ocurre pasadas unas horas tras el arrancado de
las vainas de las matas.
Para este arroz, que lo devoramos entre
tres, ut¡licé medio kilo de galeras, un puñado de guisantes
frescos, cuatro alcachofas, 1 tomate maduro, tres dientes de ajos,
una punta de pimentón de la vera, aceite suave de oliva, fumét de
pescado y ganas.
El proceso es el de siempre: salteado
de las galeras a fuego vivo y reservar. Salteado de alcachofas y
guisantes. Añadir los ajos picados finamente, el tomate bien
trinchado y sofreír con una punta de sal.
Una copa de brandy alegra el asunto,
tras dejar pasar uno o dos minutos hasta que pierde el alcohol,
añadir la punta de pimentón de la vera y ya echar el arroz. Remover
todo, dorar un poco el grano y finalmente incorporar el caldo que,
siendo caldoso, echar tres por una, también las galeras. Cocinar
fuerte los primeros diez minutos y bajar el fuego hasta que el
corazón del grano esté al “dente”, es el momento de apagar el
fuego.
No tardar demasiado en servirlo pues el
arroz sigue absorbiendo caldo hasta que se pasa.
Un buen maridaje, un vino claro bien
frio, un blanco frutoso, chardoné, también un sauviñón o verdejo,
blancos afrutados y con cuerpo.
Que lo disfruten!!
Qué rico !!
ResponderEliminarKaixo, Toni!
ResponderEliminarRico, rico y con fundamento, sí señor. Yo me quedo con los arroces secos, qué pena que estas galeras no quieran darse una vuelta marítima hacia el Norte, me imagino que tendrán un sabor parecido a los langostinos; pues, nada, habrá que darse una vuelta por el Mediterráneo, un besico!!
Maritxu.
Mas vale tarde que nunca, siento no haber respondido tu comentario pero está siendo un año muuuuy denso para mi. Feliz verano. Un abrazo caluroso!!!
EliminarQué alegría, Toni!
EliminarDon´t worry, ya me imaginaba que estarás a tope de trabajo, de lo cual me alegro muchísimo, por fín este verano sí parece que las cosas van un poco mejor.
Feliz verano también para tí, porque seguro que trabajando eres muy feliz, yo también lo sería si hiciera cosas tan ricas para la gente.
El abrazo, lo prefiero un poco más fresquito, jajajá, un besazo!!!
Maritxu.
Qué ricoooo !!!
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