Llevaba un
tiempo pensando en esta receta y no encontraba el momento pues me resistia a
prepararla con garbanzos cocidos de bote, que nada tengo que decir ya que estan
muy ricos, pero queria estrenarme con unos buenos garbanzos puestos a remojo la
víspera, como mandan los cánones, y después, seguir una receta árabe fiable.
Por fin
llegó ese momento. Mis espectativas se han cumplido. Para quien todavía no lo
ha intentado: no tiene ningúna dificultad y merece la pena.
El hummus es
una preparación caracteristica de casi todo Oriente Medio que dista algo del
que se prepara en Grecia.
Dicen que su
origen es el Antiguo Egipto y no es de extrañar pues de esta misma “cuna” vino
la cultura del pan de cada dia, el mismo que aparece en nuestras mesas.
En el idioma
de los árabes “hummus” significa directamente garbanzo y esta forma de
presentarlo, una pasta o puré de la legumbre mezclada o aderezada con
tahini-tahina, que es otra pasta de semillas de sésamo tostadas, y zumo de
limón con el toque mediterráneo del ajo, recuerda en su presentación y textura
al baba ganoush, típico de la cocina
israelí y arabe en general.
En la mesa
nos lo encontramos servido en un bol y adornado con pimentón-dulce o
picante- unas semillas de sésamo o
perejil picado fino y un buen chorro de aceite de oliva virgen de sabor suave.
Acompañado
de unos vegetales crudos y un pan de pita hará disfrutar a los paladares más
exigentes.
Ingredientes
para 3-4 raciones:
- 400 g de garbanzos cocidos
- 3 cucharadas soperas de tahini
- 1 limón
- 1-2 diente de ajo
- 1 cucharadita de café de cominos picados
- Sal y pimienta
- Aceite de oliva virgen suave
- Pimentón
- Sésamo o ajonjoli
Preparación:
Poner los
garbanzos a remojo la víspera en agua templada y una pizca de bicarbonato.
Cocer con un caldo de pollo o verduras o en agua, en olla a presión durante
15-20 minutos a fuego bajo. Dejar enfriar y reservar.
Para el
tahini dos opciones: comprarlo ya hecho en algún establecimiento árabe o
prepararlo en casa. Si se dispone de semillas de sésamo, poner la sartén al
fuego, cuando esté caliente echar dos o tres cucharadas soperas de semillas
bien repartidas e ir removiendo con el fuego suave hasta que desprendan el
típico olorcito a tostado.
En caliente
y una vez presenten un ligero color tostado, triturar con la maquina hasta
convertir en un puré. Añadir poco a poco algo de aceite de semillas (para que
no interfiera demasiado el sabor) y un poco de agua hasta que la pasta tenga una textura
manejable. Reservar.
En un bol
aparte mezclar: los garbanzos, dos o tres cucharadas de tahini, los cominos, el
ajo, sal y pimienta y el zumo de un limón ( se puede rallar algo de la corteza
para aromatizar ), añadir un chorro de aceite de oliva y algo de agua de cocer
los garbanzos y triturar hasta obtener una consistencia cremosa al gusto.
Añadir alguno de los componentes para rectificar al gusto el sabor final. Presentar adornado de unas semillas de sésamo o en su defecto perejil picado, pimentón y aceite de oliva suave.
Añadir alguno de los componentes para rectificar al gusto el sabor final. Presentar adornado de unas semillas de sésamo o en su defecto perejil picado, pimentón y aceite de oliva suave.
Acompañado
de unas crudités, en este caso, unos bastoncitos de apio, zanahorias tiernas y
pepino, y unos panecillos de pita, tenemos un menú completo con toque
mediterráneo.
COMENTARIO NUTRICIONAL
Este plato de origen oriental y de sabores exóticos es
una perfecta armonía de nutrientes. La legumbre (los garbanzos) combinada con
el cereal (pan de pita) forman un completo tándem nutricional, ya que ambos
alimentos se complementan. Los garbanzos son deficitarios en un aminoácido
esencial llamado metionina mientras que los cereales lo son en otro llamado
lisina, por tanto, si se toman combinados, la calidad de las proteínas aumenta.
A pesar de ser proteínas de origen vegetal (de más bajo valor biológico) esta
combinación permite que se convierta en una fuente de proteínas de alta calidad
como lo son las de la carne, huevos, pescado y lácteos (lo mismo ocurre con las
lentejas y el arroz o las alubias con fideos). Por otra parte, el hummus aporta
una cantidad importante de hidratos de carbono complejos y fibra y su contenido
en grasa dependerá de la cantidad de aceite que utilicéis para su elaboración.
En cuanto a vitaminas y minerales, los garbanzos contienen una
cantidad moderada de hierro, fósforo, calcio, potasio, magnesio, vitamina B1 y
ácido fólico. Ideal para combinar con las crudités o una ensalada de primero y
una fruta de postre.
Hola, qué rico!
ResponderEliminarLo comí por primera y única vez en Inglaterra, también con crudités pero sin pan, allí no había nunca pan, en aquella casa. Estaba alucinada, era la primera vez en mi vida que veía ese plato y me encantó, ay qué recuerdos!
Pues nada, está claro que tengo que hacerlo, se me ha antojado al verlo aquí, buen día, Toni!
Maritxu.
Es un completo: sano, saludable y barato. Lo mismo te digo, disfruta del dia cuanto puedas!
EliminarHola, Hola !!
ResponderEliminarQue rico se ve en el plato, yo conocía la harina de garbanzos por un amigo siciliano.
Besicos.
Hola amiga! Es un lujo tenerte por aquí. Un beso!
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