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jueves, 19 de junio de 2014

Spaguetti "alla puttanesca"




Aquí tenemos otra preparación típica de la rivera mediterránea (Italia) cuyos componentes base son el aceite de oliva, ajos y algún punto picante como guindilla o pimienta, en nuestro caso una pimienta de cayena de cosecha propia, además anchoas y olivas. El plato admite variantes y mejoras, nosotros hemos utilizado para la salsa junto con los ingredientes ya mencionados tomate frito, alcaparras, hojas de basílico frescas, cebolleta, perejil y parmesano.

El porqué del curioso nombre  (puttanesca ) parece ser que hace referencia a la comida rápida que las prostitutas de los burdeles que frecuentaban los clientes de Nápoles  que se preparaban ellas mismas entre “faena y faena”.

Otros dicen que el nombre viene del olor de las anchoas, que con su aroma a aminas recuerda el de la flora bacteriana vaginal.







Incluso se dice que algunos restaurantes italianos tenían en un piso superior el burdel con lo que algunos, tras la comida subían a buscar el postre en compañía con las prostitutas.

Nuestra historia del plato es más simple, y viene de mi curiosidad por saber qué es la “pasta alla puttanesca” que ví el otro dia escrito en el menú de una pizzeria de Peñíscola, tras una excursión en bici hasta el castillo de esta preciosa localidad vecina.

En definitiva, es muy recomendable y por eso decidimos incluirla en este blog, perdido en la inmensidad inmensa de internet, entre millones de blogs de cocina existentes, fruto de la aparición en las pequeñas pantallas de multitud de programas de cocina, donde gente normal y corriente, dispuesta a chupar pantalla y/o fama a costa de lo que sea, se dejan humillar, insultar y ningunear por unos “chefs” que hacen de todo menos cocinar.








Pero…. vamos a la cocina, a la cocina de verdad, a esa en la que “sufrimos”o no,
 cada dia en varias ocasiones, sin cobrar, de gratis y sin salir en la tele.

Para nuestra receta hemos utilizado, para 2 raciones:



  • 300 g de spaguetis finos
  • 200 g de salsa de tomate frito de calidad
  • 1 puñado de alcaparras (unas dos cucharadas soperas)
  • Olivas negras de Aragón (ad libitum)
  • 1 docena de anchoas de calidad
  • 1 cayena
  • 2 ajos laminados
  • 1 cebolleta
  • 30 g de queso parmesano
  • Perejil
  • Albahaca (basílico)
  • Aceite de oliva
  • Sal

 






Preparación:

En cuatro cucharadas de aceite rehogar los ajos en láminas junto con la cebolleta trinchada. Mientras vamos deshuesando las olivas negras y cortando las anchoas.

 Una vez pochada la cebolla añadir las alcaparras escurridas, las aceitunas y la cayena y aumentar el fuego para saltear durante 1 minuto.

 Añadir la salsa de tomate, las hojas de basílico troceadas, removiendo todo durante unos minutos para mezclar sabores.

Mientras cocer la pasta con agua y sal “al dente” y escurrir.

Apagar el fuego de la salsa y añadir las anchoas troceadas. Dar un par de vueltas al conjunto y listo. (No cocer la salsa una vez incluidas las anchoas o queda salada)

Para emplatar: poner los espaguetti en forma de nido en el centro del plato, encima verter la salsa y sobre esta unas lascas de parmesano. Decorar con perejil picado.













jueves, 6 de febrero de 2014

Focaccia con romero y orégano




Focaccia, fougasse, fugàssa, coca de sal, coca de panadero, distintos nombres que hacen referencia al mismo pan, a la misma masa, muy apreciada en todos los pueblos mediterráneos. Focaccia es como denominan este pan en Italia.




 Se emplea tanto para panes salados como el de hoy como para cocas y preparaciones dulces. Se caracteriza por la adición de aceite a la masa, lo que le confiere, además de sabor si se trata de un aceite bueno, como el de oliva virgen, suavidad, elasticidad y textura.


Es excelente para preparar unos bocadillos o para comer sola, ya que las hierbas aromáticas le aportan sabores y aromas que la hacen única.
Al igual que la pizza, admite muchas variantes, con cebolla y aceitunas negras, con semillas, al pimentón y aceite de oliva, al ajo con jamón, con tomates confitados y olivas negras de Aragón, etc.







Es importante trabajar bien la masa, dándole una cantidad de aire que le permita fermentar lo suficiente para que después, en el horno, pueda llenarse de multitud de alveolos y tenga esa textura ligera y crujiente.


Es una pena que las industrias del sector se dediquen a vender estos panes metidos en bolsas e impregnados con conservantes y otros productos cuando preparar una focaccia o una pizza cuesta tan poco.

 La masa se puede preparar la víspera y bien envuelta en una película de aceite guardarla en un taper con tapa en el frigo durante 24 horas.

 Mejora notablemente el sabor al desarrollar aromas con la fermentación larga.
Ingredientes para 2 o más focaccias, según nuestra placa de horno:




Ingredientes para 2 o más focaccias, según nuestra placa de horno:

Para la masa:
 

  • 500 g de harina de media fuerza
  • 350 g de agua templada
  • 15 g de levadura prensada
  • 10 g de sal
  • 3 cucharadas de aceite de oliva suave o de semillas

Para el aliño:


  • 100 ml de aceite de oliva suave
  • 2 cucharadas de orégano
  • 2 cucharadas de romero
  • Sal
  • Agua (para rociar)




Con las manos en la masa:


En un bol disponer la harina en forma de volcán. En el centro desleir la levadura en un poco de agua templada. Añadir las cucharadas de aceite y el resto del agua. Empezar a mezclar con las puntas de los dedos o con una cuchara. Incorporar la sal. Amasar durante 15 minutos hasta que la masa esté fina y elástica y se despegue de las manos.


Dejar reposar formando una bola, envuelta en aceite para que no se seque y tapada con un trapo húmedo durante unos 30 minutos.





Extender la masa en una fuente para horno dejando un grosor de ½ centimetro, formando un borde alrededor. Una vez bien extendida, con las yemas de los dedos hacer marcas en toda la superficie. Incorporar el aceite y las hierbas aromáticas extendiendo bien. Rociar  con agua y volver a marcar con los dedos hasta el fondo en un sentido y en otro. Echar un poco de sal fina o repartir sal en escamas.
Dejar reposar otros 20-30 minutos. Mientras, precalentar el horno a 220º.








Hornear a media altura durante durante 10 minutos y después, bajar el termostato a 200º y seguir horneando durante 20 minutos más hasta que tenga un color dorado.
Sacar y dejar enfriar fuera de la placa de horno, sobre rejilla, para que no se ablande de la base.
Trocear y servir. Se puede comer templada.