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miércoles, 11 de julio de 2012

Patatas asadas con sobrasada y miel


Esta forma de preparar estos tubérculos la aprendí hace muchos años en Menorca, donde pasé una larga temporada, comiendo en un chiringuito playero, después de unos baños en una de las calas de la isla, de arenas finas  y aguas transparentes.
El menú estaba compuesto de una ensalada de lechuga, pepino cortado muy fino, cebolleta tierna y unas aceitunas partidas; las patatas asadas (2 por ración, tamaño mediano) y unos pescaditos fritos de la zona.
Me gustaron por la sencillez del plato, la rapidez de preparación y por lo buenas que las encontré. La mezcla de ingredientes, cada uno aportando su toque particular,  era una combinación perfecta de texturas, sabores y color.
Para prepararlas necesitaremos:
  • Patatas blancas tamaño mediano
  • Cebolletas tiernas
  • Sobrasada de calidad
  • Aceite de oliva virgen
  • Sal y pimienta
  • Miel


Lavaremos las patatas bajo el grifo para quitarles posibles restos de tierra. Podemos cocerlas en abundante agua con sal, a modo “papas arrugás” de Canarias, envolverlas en papel film y al microondas (10 minutos aprox.) o al horno, bien sobre una fuente o envueltas en papel de aluminio, a una temperatura de 180º durante 40-50 minutos, dependiendo de cada horno.
Cortaremos las cebolletas en tiras finas y en sartén con 3 cucharadas de aceite de oliva las saltearemos con un poco de sal y pimienta, para que pierdan un poco la rigidez (5 minutos a fuego medio) removiendo continuamente. Retiraremos del fuego y reservaremos en un plato.
Cuando las patatas estén blandas, las abriremos por la mitad y la iremos poniendo en una fuente de horno. Marcaremos una cruz con la punta de un cuchillo en cada mitad de  patata para que penetren los aceites. Encima pondremos la cebolleta salteada. Sobre la cebolleta, una buena cucharada de sobrasada, tapando la superficie y terminaremos aliñando con un chorrito fino de miel por encima de la sobrasada.
Calentaremos el gratinador a 220º. Introduciremos la fuente en el horno durante 5 minutos, únicamente para que la sobrasada suelte los aceites y se fundan sobre la patata. El resultado tiene que ser: la patata blanda y jugosa, el crujiente de la cebolleta y el sabor dulzón de la sobrasada gratinada.
Pueden servir como primero o entrante y también de guarnición de una carne a la brasa en una barbacoa. Buen provecho, amig@s!

miércoles, 4 de enero de 2012

Papas fritas con salsa de tomate y ajo


Hola a todos los lectores de este blog culinario. Vamos a preparar unas papas con una salsa a base de tomates y ajos escalibados  o medio deshidratados  que puede dar mucho juego a la hora de confeccionar un picoteo o unos entrantes diferentes.
Para ello vamos a necesitar:
  •  2 patatas grandes
  • Sal
  • Semillas de anís medio picadas en mortero(o enteras)
  • Aceite de oliva virgen con poco grado
Y para la salsa:
  • 100 g de tomate
  • 50 g de dientes de ajo
 Encendemos el horno y escalibamos los tomates y los ajos a 180º durante 45 min. Llenamos un cuenco grande con agua templada y añadiremos un puñadito de sal marina. Pelamos las patatas y las cortamos en láminas finas con una mandolina (tipo papas fritas).Las metemos en remojo en el agua sobre 20-30 minutos.
Pasado el tiempo las sacamos, las escurrimos bien y las secamos con un trapo. Freímos las semillas de anís durante 1-2 minutos a fuego medio-bajo, las sacamos y dejamos atemperar sobre papel absorbente. En el mismo aceite freímos las patatas en aceite bien caliente(a unos 145º) hasta que estén crujientes, las vamos sacando, las escurrimos sobre papel absorbente y las sazonamos con las semillas de anís.
En mortero o con la picadora(a gusto del consumidor) majamos los tomates deshidratados pelados con los ajos hasta conseguir una tapenade. Servimos las papas con la salsa.

martes, 29 de noviembre de 2011

Crujientes de morcilla con dulce de membrillo y queso.


Crujientes de morcilla con dulce de membrillo y queso

Es una receta un poquito laboriosa pero es rica y de fiesta. Acompañada de un vino blanco un poco abocado o semi, disfrutaremos comiendo morcilla de una manera distinta.

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Ingedientes para 2 personas:
  • 200 gramos de morcillas ( entre tres y cuatro morcillas, de las que nos gusten )
  • 100 grs. De dulce de membrillo.
  • 150 ml. Aprox. De nata para cocinar
  • 150 ghrs. De queso camembert o simil.
  • Pasta brick ( se vende hecha en tiendas ).
Sacaremos la pasta de morcilla de las fundas y las pondremos en sartén sin nada de aceite. A medida que van calentando iran soltando la grasilla, momento en el que añadiremos el membrillo desmenuzado o cortado en dados pequeños, removiendo a fuego suave hasta amalgamar los dos componentes. Reservamos y dejamos atemperar. Cortamos las obleas de pasta brick en cuatro partes y con la parte curva ( es la más ancha ) delante nuestro colocaremos como una cucharada de café con leche de la farsa hecha con la morcilla y el membrillo y enrollaremos un poco metiendo los extremos del rollito hacia dentro para que al freir no salga la farsa, seguiremos enrollando y sellaremos la punta del rollito con una pasta hecha con agua y harina. Así hasta terminar la farsa.
Calentaremos en sarten el queso al que le añadiremos nata de poco en poco hasta conseguir textura de salsa. Una vez desleído el queso con la nata reservaremos. En sarten pondremos abundante aceite de oliva suave y empezaremos a freir los rollitos, estarán hechos en cuanto tengan un color doradito, sacaremos y los pondremos a escurrir encima de papel absorvente. Para emplatar pondremos en el fondo del plato una cucharada de salsa de queso, encima los rollitos ( tres o cuatro por persona ) y terminaremos de decorar con un fino hilo de miel de flores.
Animaros a prepararla. Ya me contareis