miércoles, 29 de febrero de 2012

Alcachofas con almejas

Alcachofas
Estamos en plena campaña de recolección de las alcachofas que, además este año se prolonga debido a las bajas temperaturas. Esta verdura se la viene considerando como comestible desde la época de los romanos y es conocido que mejora la digestión desde el siglo XVI siendo muy beneficiosas para la vesícula biliar, el hígado y los riñones.
Las más grandes son adecuadas para su consumo a la brasa hoja por hoja y para preparar los corazones, es decir, la parte más tierna. Las pequeñas pueden comerse enteras, cocidas y cortadas finas, aliñadas con aceite de oliva o también salteadas con un poco de jamón y unas láminas de ajo y por supuesto cocinarse en otras preparaciones como arroces, ensaladas, tortillas o revueltos.
Esta receta que hoy os proponemos es típica de la cocina navarra aunque ahora se prepara en la mayor parte del territorio.
Ingredientes:
  • 12 alcachofas cortadas en cuartos
  • ½ kg de almejas
  • ½  dl de vino blanco
  • ½ cebolla picada fina
  • 25g de harina                                              
  • 2 dientes de ajo
  • Perejil
  • 1 vaso de agua (250 cl)
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • 1 limón
Lo primero que hay que hacer es limpiar las alcachofas retirando las hojas de la parte de fuera que son las más duras hasta que sale la parte tierna que suele ser de un color verde amarillento,  hay que recortar las puntas de las hojas y pelar el tallo y cortarlas en cuartos para ir metiéndolas en agua fría con un limón exprimido para que no se oscurezcan al oxidarse. Una vez limpias se cuecen en agua justo la cantidad para cubrirlas y un poco de sal, si son tiernas en 10 minutos estarán hechas, se apaga el fuego y se dejan dentro del agua.
Mientras limpiaremos las almejas frotándolas unas con otras y cambiando el agua 2 veces. Las ponemos en una olla con un chorrito de agua fría y dejamos hasta que se abran, las dejamos abierta en el agua de cocción. En cacerola ponemos un poco de cebolla picada fina y la pocharemos a fuego suave, después añadiremos 2 dientes de ajo también picado y perejil picado fino y rehogamos todo. Cuando esté bien pochado añadiremos una copita de vino blanco y dejaremos que se evapore el alcohol. Una vez reducido incorporaremos una cucharada sopera colmada de harina y rehogaremos sin que tome color, en seguida añadiremos las almejas,  el caldo de abrirlas y  las alcachofas bien escurridas reservando aún el caldo por si hay que añadir al guiso. Rectificamos de sal y cocemos el conjunto entre 5 y 10 minutos según nos agrade más hecha o menos la alcachofa.
Espero que disfrutéis esta receta. Buenos días!


COMENTARIO NUTRICIONAL

La alcachofa, hortaliza también denominada “flor de la huerta”, es una flor a medio formar. Se cultiva fundamentalmente en el mediterráneo y el valle del Ebro, y tiene un fuerte poder diurético. Se consume fresca o enlatada, en cuartos, corazones o mitades. Es una fuente excelente de fibra, por lo que están indicadas en casos de estreñimiento, aunque en determinados casos pueden resultar flatulentas. Además de minerales como el potasio y el fósforo, y vitaminas B1 y B3, las alcachofas aportan algunas sustancias que estimulan la función de la vesícula biliar, mejoran la digestión y evitan la producción endógena de colesterol.
En función del acompañamiento que demos a la alcachofa elaboraremos platos de contenido nutricional muy diferente. En el caso de alimentos de origen animal, como son las almejas, da lugar a un plato de bajo contenido calórico, alto contenido en fibra y enriquecido en proteínas. Las almejas son un marisco rico en purinas, por lo que es aconsejable moderar su consumo en caso de hiperuricemia o gota. Además, este alimento contiene por naturaleza mucho sodio, hecho que no deben pasar por algo las personas con problemas de tensión.


miércoles, 22 de febrero de 2012

Espaguetis al pesto

Hoy vamos a preparar un plato típicamente italiano,  tan sencillo y bueno que no cansa por veces que se repita. Este tipo de pasta en forma de cordones de zapato (del italiano “spago”)se distinguen de otros por su tamaño, de más finos (nº3)a más gruesos (nº8) y son primos hermanos de los tallarines que presentan una forma alargada y plana.
Como ya comentamos en otro artículo del blog pertenece a la comida típicamente italiana aunque parece ser que los introdujo en este país Marco Polo a su vuelta de China.
Hoy su preparación es tan simple que vamos a tener hecha nuestra comida en diez minutos, aproximadamente el tiempo que va a tardar la pasta en hacerse puesto que mientras esta se cuece en agua hirviendo prepararemos la salsa pesto.
Calcularemos para hacer este plato
  • 100-150 g de pasta por ración
  • Agua para cocer la pasta
  • Sal
  • Aceite de oliva virgen suave
  • Piñones
  • 1 diente de ajo
  • Basílico u otra variedad de albahaca
  • Queso parmesano o grana padano rallado fino
Ingredientes para el pesto: basílico fresco, piñones, ajo, queso parmesano, aceite de oliva suave, sal


















Lo primero será poner una olla con agua abundante al fuego con un buen puñado de sal. Se le puede agregar alguna olorosa como una hoja de laurel o una ramita de romero al agua.
Mientras tanto prepararemos el pesto y lo reservaremos. Una vez los espagueti estén al dente (una prueba de “andar por casa” consiste en echar un espagueti al azulejo de la cocina y si se sujeta pegado es que ya está la pasta hecha) los escurriremos y serviremos, bien con la salsa incorporada o presentando la salsa en salsera aparte para que cada comensal se sirva al gusto.
Se puede decorar el plato con unas hojitas de basílico.

 
COMENTARIO NUTRICIONAL

Los platos de pasta tienen una fama injusta como recetas que ‘engordan’ o que provocan digestiones pesadas. Aunque es indudable su elevado valor energético debido a su nutriente principal (hidratos de carbono), es suficiente con moderar su frecuencia de consumo a aproximadamente 2 veces por semana. Sin embargo, en todos los casos es muy importante cómo se acompaña. Las preparaciones con exceso de grasas saturadas como un salteado de bacón, panceta o chorizo, dan mucho sabor al plato, pero tienen el riesgo de hacer más pesada la digestión y un exceso de calorías en el organismo.
Para evitarlo, es suficiente con planificar el menú dependiendo si se trata de un plato único, un primer plato o un segundo.
En este caso, hemos optado por el pesto, una salsa gustosa y fácil de elaborar, con la que añadiendo muy poca cantidad, conseguimos que la pasta se impregne rápidamente de su aroma y sabor tan característicos, gracias a una adecuada combinación del aceite de oliva, de queso rallado, albahaca y piñones.

lunes, 20 de febrero de 2012

Pizza de espinacas con piñones y pasas


Pizza de espinacas, piñones y pasas
Las espinacas salteadas con pasas y piñones ya son excelentes pero si queremos que se las coman nuestros hijos sin rechistar se las servimos en una base de pizza y seguro que es un triunfo.
Si las encontramos frescas bien, pero sino las que  venden congeladas en forma de cubos o paquetes son muy buenas y ya van limpias, solamente tendremos que meterlas en una olla de agua hirviendo con un poco de sal y en cuanto vuelva a coger el hervor apagar el fuego y dejarlas que se descongelen solas.
También podemos añadir jamón o bacón cortado a trocitos pero creo que no es necesario. Ingredientes para la masa:
  • 250 g de harina de fuerza
  • 10 g de levadura de cerveza prensada              
  • 150 ml de agua
  • 1 cucharadita rasa de sal
  • Aceite de oliva virgen
Y para el relleno:
  • 2 pastillas de espinacas congeladas (400 g)          
  • 1 cebolleta
  • 1 puñado de pasas
  • 1 puñado de piñones
  • Tomate fresco rallado y escurrido
  • Queso mozzarella
  • Orégano
Comenzaremos poniendo una olla con agua al fuego y en cuanto coja el hervor pondremos un puñadito de sal y las pastillas de espinacas congeladas, en cuanto vuelvan a hervir apagaremos el fuego y las dejaremos en el agua.
Mientras empezaremos con la masa: colocaremos la harina en forma de volcán sobre una superficie lisa y dentro añadiremos la levadura disuelta en la mitad del agua templada, podemos ponerle una pizca de azúcar que siempre le irá bien a la levadura, trabajaremos durante 5 minutos. Luego añadiremos la sal disuelta en el agua restante( una pizca o una cucharadita pequeña) y continuaremos amasando hasta obtener una masa dura y elástica.
La pondremos en un bol amplio espolvoreado con harina y cubriremos con un paño para que repose durante al menos 1 hora en un lugar templado como la cocina.
Mientras escurriremos las espinacas y pondremos una sartén al fuego con 3 cucharadas de aceite de oliva virgen y la cebolleta bien picada. Podemos poner un diente de ajo picadito fino. Cuando esté bien rehogado añadiremos los piñones y las pasas. Daremos unas vueltas y saltearemos el conjunto unos minutos. Cuando los piñones tomen un poco de color dorado meteremos las espinacas y subiremos el fuego para que evapore toda el agua.
Saltearemos durante 5 minutos y apagaremos el fuego. Sacaremos y dejaremos atemperar.
Pondremos la masa sobre una placa de horno de borde bajo untada con un poco de aceite y la extenderemos con las manos lo más fina que podamos sin romperla. Esparciremos el tomate y después el queso mozzarella. Finalmente repartiremos las espinacas y espolvorearemos un poco de orégano. Introduciremos la pizza en el horno precalentado a 220º. A los 10 minutos bajaremos a 200 y dejaremos otros 5-10 minutos.
Espero que la disfrutéis!!


COMENTARIO NUTRICIONAL

 Con esta receta, podemos comer de manera original y apetecible una verdura de hoja verde disponible durante todo el año. Actualmente las podemos comprar en el mercado frescas, cocidas en tarros de cristal y también congeladas. Es cierto que la mejor forma en cuanto a sabor para nuestro paladar, son las espinacas frescas, sin embargo, la verdura congelada es una buena alternativa para cuando no es la temporada o los precios se disparan. Las técnicas utilizadas para la congelación de hoy en día permiten evitar la perdida excesiva de vitaminas y minerales, ya que es un proceso muy rápido a temperaturas muy bajas.
En cuanto a nutrientes, las espinacas son ricas en vitaminas y sobretodo tenemos que destacar como minerales el calcio y el magnesio. Además, aportan sustancias antioxidantes con propiedades muy beneficiosas para nuestra salud. Si acompañamos la verdura con pasas y piñones, aportamos grasas insaturadas de estos frutos secos, que contribuirán al mejor control de los niveles de colesterol.
Recordar que una pizza hecha por nosotros es mucho más saludable que cualquiera que compréis, porque podéis calcular la cantidad y la calidad de sus ingredientes. En este caso, se utiliza tomate natural o tomate triturado, permitiendo evitar el tomate frito.

sábado, 18 de febrero de 2012

Bacalao pil pil

Bacalao al pil pil
Este plato tan característico de la gastronomía vasca es muy sencillo de elaborar, en contra de la fama que le han atribuido algunos de ser muy complicado. Los ingredientes: bacalao desalado, aceite de oliva virgen suave (para que no de mucho sabor), ajo en láminas y guindilla para darle un toque alegre picante.
Se suele emplear una cazuela de barro para prepararlo aunque no es esencial, lo que sí es importante para preparar la salsa sin problemas añadidos es no usar una sartén con fondo antiadherente, no sé cuál es la razón pero es complicado emulsionar el aceite en este tipo de materiales, doy fe.
Hay mucha historia acerca de la vida de este pez y de cómo ha llegado hasta nuestros tiempos como “delicatesen” viniendo de ser una comida de los pobres. En este enlace que dejo se puede leer mucho sobre la procedencia, su historia a través del tiempo etc. . Volviendo a nuestra receta de hoy y haciendo referencia al principio en lo que respecta a la salsa, es lo único que nos puede presentar alguna dificultad, pero como en todas las cosas siempre queda algún truco o solución para recuperarla.
El nombre de pil pil, viene del vasco al tipo de movimientos circulares en vaivén para conseguir emulsionar el aceite de oliva con la proteína del pez, gelatinosa, formándose como una salsa muy sabrosa, una mezcla de ajo, sabor de bacalao y picante de la guindilla, un conjunto que de verdad es muy agradable al paladar mezclado con las lascas jugosas confitadas del pez en el mismo aceite.
Cosas importantes: buscar un buen bacalao en salazón, un tronco bien gordo de bacalao de grandes proporciones, un buen desalado de 24-36 horas en agua fría con 5-6 renovaciones del agua, una buena cantidad de láminas de ajo ya que este ingrediente ayuda en la emulsión del pil pil y un aceite de oliva suave para que no predomine su sabor en la salsa.
Los ingredientes:
  • 1 trozo de bacalao de 150 g por comensal
  • 2-3 dientes de ajo cortado en láminas por cada trozo de pescado
  • Aros de guindilla (a más guindilla más picante, a gusto)
  • Aceite de oliva suave
Una vez bien desalado el bacalao lo escurrimos bien y lo secamos con papel absorbente, preparamos una cazuela  si puede ser de barro mejor, sino otra de acero inox, de hierro o porcelana con abundante aceite(a más aceite más cantidad de salsa), en mi caso he puesto 1 decilitro para dos trozos de bacalao (viene a ser como un vasito de los de  vino, lleno)  y, a fuego muy suave se confitan los ajos y las guindilla (puede usarse las de cayena) durante unos 10 minutos.
Cuando empiecen a tomar un color dorado se retiran, las guindillas se pueden retirar antes para que no pique en exceso. En el mismo aceite se introduce el bacalao, hay mucha polémica con lo de la piel hacia arriba o hacia abajo, en mi modesta opinión no es un detalle de mucha importancia, se trata de que el pez vaya soltando las proteínas  que suelen estar en la zona de la piel, yo lo pongo siempre con la piel hacia abajo y le voy echando aceite por encima con una cuchara hasta que se abren las lascas, prueba de que ya está cocinado.
Retiramos los trozos de bacalao con mucho cuidado de que no se rompa y lo reservamos en una fuente, donde irá soltando como un jugo blanco a modo de agua que lo utilizaremos para ligar la salsa.
Hay muchas formas de hacerlo, yo utilizo la del colador de metal y siempre me funciona. Hago lo siguiente: nada más retirar el bacalao apago el fuego y aparto el aceite todavía caliente de la fuente de calor, en cazuela aparte y colador en mano añado dos o tres cucharadas del aceite de confitar y con movimientos circulares le voy añadiendo a través del colador el agua que va soltando el pez de poco en poco, en cuanto veo que empieza a trabar la salsa, se nota porque le cambia el color y la textura, voy añadiendo siempre a través del colador el aceite del confitado  hasta ligar todo el aceite. Después se napa con esta salsa el bacalao y se adorna con las láminas de ajo. Hay que cuidar de no calentarlo en exceso una vez hecha la salsa porque se desliga. Se puede acompañar con patata hervida, cuscús de trigo o arroz blanco.
Bacalao de Islandia

COMENTARIO NUTRICIONAL

Como ya hemos hablado con anterioridad en este blog, el bacalao es un pescado blanco muy sabroso con múltiples formas de cocción, ofreciéndonos platos muy apetitosos. Debido a su clasificación, su contenido graso es muy bajo y posee proteínas de alto valor biológico. En este caso, os presentamos la receta al “pil-pil”, un plato tradicional de la cocina vasca elaborado con cuatro ingredientes básicos: bacalao, aceite de oliva, ajo y guindillas. El aceite de oliva es uno de los elementos esenciales para elaborar la salsa y aunque posee excelentes propiedades antioxidantes y cardioprotectoras para nuestra salud, no hay que olvidar que su valor calórico es elevado, por lo que aquellas personas con problemas de exceso de peso deberán moderar su cantidad.
También es importante tener en cuenta que el bacalao por si solo, tiene un excelente sabor, más bien salado. Si a éste añadimos los ajos y la guindilla para la salsa, la mayoría de las veces no es necesario añadir sal para su condimentación, algo que puede resultar beneficioso en personas con hipertensión o con problemas de retención de líquidos.


viernes, 17 de febrero de 2012

Plum cake

Seguramente la vida es una rueda en la que las circunstancias, las casualidades y otras palabras a mi parecer un tanto ambiguas hacen que todos repitamos las mismas cosas y al final unos más y otros menos, a base de equivocaciones, errores, imperfecciones y demás vamos aprendiendo a escribir y trazar nuestro propio camino.
Y todo esto porqué, se estará preguntando el lector, que he hecho yo para merecer semejante epístola?
Ahí va la explicación: resulta que en Navidad compré frutas escarchadas para los roscones, y por supuesto sobraron algunas. Cansado ya de verlas cada vez que buscaba en la despensa dije: “tengo que mirar en internet a ver que hace el personal con esto”.
Y justo, todo@s lo mismo!!, plum cake!
Pero bueno, la verdad es que el tema de los dulces me atrae menos que los salados y siempre busco recetas que me apetezcan, pero lo de hoy es diferente, había que dar salida a toda esa fruta y me he puesto manos a la obra con una receta que , mirando de aquí y de allá viene a ser la misma para todo el mundo. Esta al llevar menos cantidad nos da un bizcocho de unas dimensiones no excesivas lo cual quiere decir que se acabará pronto, vamos, que no estará muchos días por aquí.
Y buscando por la web he encontrado una historia no menos que chocante, que hace referencia a cómo fue que por casualidad apareció este bizcocho, dicen, de procedencia inglesa.
A ver, muy creíble no es pero para que no se diga os la voy a relatar.
Dícese de un señor llamado Giovanni Plum que se encontraba en la ciudad de Pompeya y, también casualmente estaba preparando un bizcocho. Cosas de la vida que de repente el Vesubio entró en erupción y menudo susto le dio al pobre Giovanni que, bizcocho en mano, salió de su casa y empezó a correr calle abajo como perseguido por el demonio.
Y justo al pasar por delante de una frutería, los trozos de lava hicieron explotar gran cantidad de frutas, frutos secos que, también casualmente fueron a parar en el bizcocho de Giovanni.
Y de esta manera fue como nació el Plum cake (bizcocho de Plum).
La moraleja de esta historia tan curiosa es que a veces se descubren cosas por accidente o por error, por lo que a l@s que os da un poco de reparo la cocina, no os preocupéis, no es difícil, un poco de imaginación y seguramente saldrá alguna receta estupenda, quizás,  sin saberlo.
 Ingredientes para uno no demasiado grande:
  • 150 g de harina floja
  • 125 g de mantequilla punto pomada
  • 125 g de azúcar glas
  • 3 huevos
  • 200 g de pasas, trocitos de ciruelas pasas y frutas escarchadas( es lo que tenía)
  • 4-6 g de levadura en polvo (tipo Royal)
  • Ralladura de limón y vainilla para perfumar
He empezado sacando la mantequilla del frigo, he pesado la que toca y la he dejado atemperar en la cocina. He pesado las frutas, las he cortado a trocitos y las he sumergido en brandy para ablandarlas y darles un toque de licor. He sacado los huevos para que perdieran el frio. Para empezar he puesto la mantequilla en un bol y la he batido hasta que ha cogido una textura de crema, he añadido el azúcar y he continuado batiendo hasta mezclar bien. Después he ido añadiendo los huevos de uno en uno (importante) mezclando bien entre huevo y huevo.
Seguidamente he ido añadiendo poco a poco y con la espátula de goma la harina mezclada con la levadura. He rallado un poco de piel de limón y un poco de vainilla natural, he añadido una cucharada del brandy de macerar la fruta y al final la fruta bien escurrida y espolvoreada con harina fina de maíz para que no se fuera al fondo del bizcocho.
El molde que ha sido de los que venden de aluminio, lo he pasado un poco con mantequilla derretida y después con harina para que no se pegue el cake y lo he rellenado con la masa 2/3 partes. Por fin lo he metido en el horno precalentado a 200º durante 10 minutos, después he bajado la temperatura a 175º y he seguido horneando durante 40 minutos más. Bueeno, al final parte de la fruta sí se ha ido abajo, pero el resultado sensacional!
¡Os lo recomiendo! Gracias por leernos y buen día!!

COMENTARIO NUTRICIONAL

 Este postre dulce como os podéis imaginar tiene un elevado contenido calórico, debido a los ingredientes que para su elaboración se necesitan. Como muchas otras tartas y bizcochos, contiene ingredientes comunes de nuestra repostería, como es el caso de la harina, el azúcar y el huevo, alimentos que aportan hidratos de carbono, proteínas y grasa. Sin embargo, aquellos que determinan su contenido calórico y lo caracterizan son la mantequilla y las pasas que se añaden. Es por ello que es recomendable su consumo de forma ocasional, sobretodo en el caso de presentar una obesidad importante y/o enfermedades cardiovasculares. Las personas diabéticas pueden sustituir el azúcar por edulcorantes artificiales como el aspartamo, la sacarina o el sorbitol para su elaboración.


miércoles, 15 de febrero de 2012

Tornillos con verduras

En la actualidad la pasta se ha convertido en un alimento estrella a nivel mundial. Este preparado consiste en una masa cuyo ingrediente primero es la harina de trigo candeal aunque en otros lares como por ejemplo Oriente utilizan otros tipos de harinas (harina de alforfón o harina de arroz), mezclada con agua y en ocasiones huevo, sal, vegetales etc..,
A pesar de que este invento se le atribuye a los italianos algunos científicos encontraron unos fideos que al parecer tenían más de cuatro mil años en un tazón de barro sepultado bajo una capa de sedimento de tres metros de grosor cerca de un rio al noroeste de China por lo que su origen no está tan claro.
Hoy en día tenemos una gama tan extensa de tipos de pasta que se hace difícil su elección. Hay pasta seca y fresca, de formas diversas: largas, cortas, redondas, con formas variadas, de colores, rellenas, en fin, para todos los gustos y colores.
En esta receta vamos a utilizar las hélices o tornillos que, además de su peculiar forma la podemos encontrar de colores.
La preparación puede ocuparnos durante 20-30 minutos y podemos dar de comer a un número importante de comensales.
Ingredientes para 4 personas:
  • 400 g de pasta (se puede elegir formato y color)
  • 2 cebolletas
  • 2 dientes de ajo
  • Un puñado de judías verdes
  • 1 pimiento verde
  • 1 pimiento rojo
  • Un puñado de tomatitos cherri o 1 tomate          
  • 1 berenjena
  • 1-2 zanahorias
  • 1 calabacín
  • Aceite de oliva virgen
  • Sal y pimienta

Mientras se calienta el agua para cocer la pasta, en cacerola ponemos 4-5 cucharadas de aceite de oliva y rehogamos las cebolletas picadas, los ajos laminados y por este orden vamos añadiendo las zanahorias cortadas en lonchas o en laminas, los pimientos cortados en tiras, las judías verdes en tiras, el calabacín en dados, la berenjena en lonchas longitudinales y luego en tiras o en dados, y por último los tomatitos enteros o el tomate cortado en dados, salpimentamos en conjunto, removemos y dejamos tapado a fuego suave hasta que toda la verdura esté a nuestro punto; es decir, al dente o un poquito más pochada.
Una vez la pasta esté en su punto la escurriremos y la verteremos en la cacerola de las verduras, daremos unas vueltas y apagaremos el fuego. Podemos aliñar con un poco de aceite de oliva virgen crudo o simplemente como está, es un plato delicioso.
También podemos echarle un poco de queso rallado y una pizca de orégano. ¡Buonno appetito!¡Guten appetit!¡Good appetite!¡ хороший аппетит!¡ 津津有味!¡Bon profit!¡Buen provecho!....Ah! y muy buen dia!

COMENTARIO NUTRICIONAL

 La pasta en sus distintas formas y colores es unos de los alimentos que por su sabor neutro admite más variedad de combinaciones. En esta receta, la mezclamos con diversos alimentos vegetales, como las judías verdes, el pimiento verde y rojo, tomates, berenjena, zanahoria y calabacín. Todos ellos además de aportar color al plato, haciéndolo muy apetecible, nos ofrecen un mix de vitaminas (provitamina A, vitamina C, vitamina E) y minerales (principalmente potasio y magnesio) que enriquecen mucho su valor nutritivo. Podemos aprovechar para utilizar una cocción poco agresiva (como el wok, el papillot o el vapor) para dejarlas ‘al dente’ y evitar una mayor pérdida nutricional. Las calorías del plato vienen dadas por la pasta, un alimento muy energético, debido a su composición en hidratos de carbono. El aporte graso dependerá mucho de la cantidad de aceite añadido tanto para el aliño del plato como para la cocción de las verduras.
Esta receta vegetal es una buena oportunidad para educar a los niños en el gusto de las verduras y los platos vegetarianos.

martes, 14 de febrero de 2012

Cardo con salsa de almendras

Cardo con salsa de almendras
Para hacer un poco de cultura podríamos comentar que esta planta pertenece a la familia de las Compuestas y es una de las que primero florece en la primavera. La mayoría de las plantas de esta familia poseen hojas compuestas y presentan unos frutos espinosos aunque también las tienen en las hojas e incluso algunas en los tallos. Los que vamos a cocinar hoy pertenecen al género Cynara y también su pariente cercana la alcachofa. Además esta receta es típica para la Nochebuena en Aragón donde no hay casa que no la prepare.
Nosotros hemos utilizado:
  • 1 kg de cardos frescos(los venden en conserva al natural)
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cebolleta tierna
  • 18 almendras peladas
  • 1 cucharada de harina
  • 1 vaso de caldo de cocer el cardo
  • Leche (opcional)
  • Aceite de oliva virgen
  • Sal
Hemos empezado con la tarea más laboriosa que es la de limpiar los cardos: hay que quitarles los laterales de los tallos, los hilos y las hojas y luego cortarlos en trozos y ponerlos, tras limpiarlos de tierra, en un bol con zumo de limón. Es conveniente además escaldarlos un par de veces porque suelen ser amargos.
Los hemos metido en una olla rápida durante 30 minutos con una pizca de sal y unas gotas de zumo de limón, luego los hemos escurrido, reservado y hemos guardado un vaso del caldo para hacer la salsa.
Hemos picado las almendras en mortero pero hemos guardado unas cuantas enteras. En sartén, con 4 cucharadas de aceite rehogamos la cebolleta bien picada, luego hemos añadido las almendras enteras, seguida de las que hemos picado y las hemos dejado bien doraditas y crujientes; al final hemos añadido los ajos fileteados y tras darles unas vueltas hemos incorporado la cucharada de harina, como si fuéramos a hacer un roux o una bechamel.
Tras cocinar unos segundos la harina hemos añadido un chorrito de leche para suavizar la salsa y después el vaso de caldo, y una vez ligada la salsa hemos incorporado los cardos ya cocidos, durante 10 minutos dándoles unas vueltas para que tomen el sabor de la salsa. Es una receta sencilla y humilde pero de gran sabor y con unas propiedades nutricionales a tener en cuenta.

COMENTARIO NUTRICIONAL

 El cardo es una de las verduras de temporada otoño e invierno más consumidas en nuestro país. Sin embargo, como la gran mayoría de verduras, la industria alimentaria permite sus consumo durante todo el año, tanto de forma congelada como cocidas en tarro. De esta manera, nos evitamos también la laboriosa tarea de su limpieza.
En cuanto a su composición nutricional, el cardo es rico en agua y tiene un pequeño porcentaje de hidratos de carbono, de manera que su valor calórico final es bastante bajo. Una característica es su sabor amargo, el cual se debe a una sustancia llamada cinarina, que además de darle este gusto típico, le confiere ciertas propiedades terapéuticas, especialmente en el hígado. Sus formas de cocción son variadas, pues se suele consumir con salsa bechamel o también en ensalada. En esta receta, típica del menú navideño Aragonés, se combina con almendras, fruto seco de elevado contenido calórico. Sin embargo, no hay que olvidar sus beneficiosas propiedades nutricionales, ya que tiene como nutriente a destacar la presencia de ácidos grasos poliinsaturados omega-6, nutriente con un papel clave sobre la salud cardiovascular (se recomienda el consumo de 30g diarios de frutos secos). Entre las vitaminas de las almendras destaca la vitamina E, de acción antioxidante.
La leche (opcional) enriquece el plato en proteínas, obteniendo finalmente una receta muy nutritiva recomendada para todas las edades.

lunes, 13 de febrero de 2012

Ensalada Japonesa

Esta propuesta es sencilla, rápida y aporta un toque de seducción y de ensueño al evocar sabores y texturas de otros lugares.
Necesitaremos (para 3-4 comensales):
  • 4 zanahorias
  • 1 pepino
  • 6 rabanitos largos y 6 redondos
  • 1 lechuga
  • 1 tallo de apio
  • 12 ramilletes de coliflor pequeños en zumo de limón
  • 1 cucharada de jengibre fresco rallado
  • 1 limón
  • Algas wakame y/o agar agar
  • Aceite de oliva virgen                               
  • Salsa de soja
  • 4 huevos (1 por comensal)   
Algas Wakame
Comenzamos por cortar los ramilletes de coliflor, lo más pequeños posible, y los pondremos a macerar en zumo de limón al menos 1 hora o más. Los rabanitos los cortaremos en rodajas finas, las zanahorias les daremos 4  cortes en longitudinal sin llegar al centro y se cortan en rodajas, luego quedan en forma de flor. En el pepino también se recortan tres hendiduras longitudinales. Al abrirlo en rodajas quedará en forma de trébol. Los rabanitos redondos se pelan en forma de flores. El tallo de apio lo laminaremos bien fino y las hojas de lechuga las cortaremos del tamaño de un bocado.
La salsa de aliño y los huevos duros se sirven aparte y fríos con la ensalada y la salsa que la montaremos mezclando una cucharada de jengibre fresco rallado, 4 de salsa de soja, el zumo de medio limón y aceite al gusto. Se pueden sustituir algunos ingredientes, quedará igual de buena.

COMENTARIO NUTRICIONAL

 Las ensaladas presentan un amplio abanico de posibilidades para jugar con formas y colores y elegir los alimentos según nuestros gustos. La gran importancia de este plato radica en el consumo de alimentos crudos, ya que al no aplicar ninguna técnica culinaria que comporte un aumento de la temperatura, se mantienen las vitaminas y los minerales intactos. Es por ello, que se recomienda consumir este grupo de alimentos (verduras y hortalizas) tanto en la comida como en la cena y al menos una de ellas ha de ser en forma de ensalada. ¡Buen provecho y buena imaginación!

Paella de mariscos al fuego de leña

Hoy, domingo,  día del arroz, para variar. Y además bien cargadito de mariscos. He utilizado un caldo hecho con cangrejos, galeras, algún congrio pequeño, rape y otros pescaditos de roca.
Lo cierto es que un domingo sin arroz es como un viernes sin cuponazo, es que es así, por eso siempre se suele decantar la balanza hacia el mismo lado.
Y con el frio que hacia el fuego de leña ha  caldeado el ambiente de la barbacoa que estaba nada menos que a 3º a las nueve de la mañana. También he encendido el horno de leña y he amasado sobre unos 4 kg. de harina para tener ese pan al que nos hemos acostumbrado.
Pero bueno, eso es otra historia, la de hoy ha sido el arroz de marisco que veis en esta foto, ha sido una fiesta. He utilizado:
El pan de hoy
  • 600 g de arroz redondo
  • 1,5 l de caldo de pescado y marisco
  • 250 g de chirlas
  • ½ kg de mejillones
  • 18 gambas rojas
  • 3 colitas de rape cortado a dados
  • 3 tomates muy picados
  • 6 dientes de ajo, picados finos
  • 1 cucharadita de pimentón dulce
  • Unas tiras de pimiento rojo
  • Un puñado de guisantes (por lo del color,jeje)
  • Colorante o azafrán
  • Aceite de oliva virgen
  • Sal
El día de antes preparé el fumét de pescado con la morralla de roca, 10-15 minutos a fuego bajo y ya. Luego machacar todo y colar. Con el fuego de leña tranquilo preparé el sofrito: 6 cucharadas de aceite de oliva y empezar  por saltear el rape para retirarlo y reservarlo, después las gambas, con un minuto  suficiente, reservar. Añadir las tiras de pimiento(son más que nada para decorar al final aunque también dejarán su toque de sabor), unas vueltas y reservar, continuar con el ajo, seguido del tomate, reducir hasta casi caramelizarlo, incorporar el pimentón dulce seguido del arroz, darle unas vueltas a todo y poner el fumét caliente, el colorante o azafrán, remover y repartir, rectificar de sal (ojo con la sal, el marisco soltará sus jugos salados)y dejar hervir 10 minutos a fuego fuerte( en este caso hubo que añadir leña fina que prende rápido), añadir las gambas, las chirlas y los mejillones que se abren in situ soltando sus maravillosos jugos, bajar el fuego y dejar entre 5-10 minutos más o hasta que evapore todo el caldo. Apartar de las brasas y esperar 5 minutos antes de servir. Mmmm!

 COMENTARIO NUTRICIONAL

La paella es uno de los platos más típicos y apreciados de nuestra gastronomía, sobretodo en ciertas regiones, como puede ser la Comunidad Valenciana. En este caso, tenemos una paella de marisco, en la cual el ingrediente principal es el arroz, fuente de hidratos de carbono de lenta absorción (complejos) acompañado de toda clase de moluscos y crustáceos que confieren el sabor mediterráneo de este sabroso arroz. El marisco, aporta la cantidad necesaria de proteínas de alto valor biológico, así como diferentes vitaminas y minerales importantes. Es cierto, que además, algunas clases de mariscos son muy ricos en purinas, componentes causantes del aumento del ácido úrico en sangre, y que provoca la patología conocida como ‘gota’. Por tanto, personas con problemas de este tipo, han de moderar su consumo y en el caso de padecer una crisis, eliminarlo temporalmente.
El resto, recordaros que es un plato fuerte y de digestión pesada, debido a su cocción y a sus ingredientes, por tanto se puede acompañar con una buena ensalada con apio para mejorar la absorción y la sensación postprandial.

domingo, 5 de febrero de 2012

Crema de calabaza y cilantro

Ya había probado en otras ocasiones este puré de calabaza pero sin cilantro y el otro día mirando y repasando recetas de un libro estupendo(“Alimentos sanos”) encontré la receta original de sopa de zanahoria y cilantro y me dije:”.. Con lo buena que está la crema de calabaza, si el cilantro le aporta ese punto fresco a hierbas, un toque exótico, puede estar delicioso.”...
Así que me puse manos a la obra,  partí la calabaza por la mitad, le quité las pepitas y la piel gruesa y mientras picaba la cebolla y un diente de ajo la puse en agua fría.
Ingredientes para 3-4 personas:
  • ½  calabaza de asar pelada y cortada en trozos (1 kg)
  • 1 cebolla y 1 diente de ajo
  • Aceite de oliva
  • Mantequilla
  • 1,5 l de agua o mejor un caldo de pollo o verduras
  • 4 cucharaditas de cilantro picado
  • Pimienta negra recién molida
  • Sal
  • 4 cucharadas de yogur natural para decorar (opcional)
  • Unas hojitas de cilantro sin picar para decorar.
 Puse una cacerola al fuego con 2 cucharadas de aceite de oliva virgen y 1 cucharada de mantequilla y metí la cebolla y el ajo bien picado a rehogar con una pizca de sal. Mientras en el mortero majé el cilantro y unas bolitas de pimienta negra (3 ó 4).
Cuando la cebolla estaba doradita añadí los trozos de calabaza y le di unas vueltas y enseguida le puse el caldo (suelo guardar en el congelador) de pollo, lo tapé y bajé el fuego dejando durante 15-20 minutos.
Tras comprobar que la calabaza estaba blandita le añadí el majado del cilantro y la pimienta y con la batidora lo convertí en un puré suave y cremoso con un color naranja precioso con toquecitos verdes del cilantro.
Rectifiqué de sal y lo decoré con el yogur y una ramita de cilantro. Os lo recomiendo. El sabor dulzón de la calabaza en combinación con las notas frescas del cilantro y la alegría de la pimienta, deliciosa crema. Solo me faltó añadirle unos tostones de pan frito….hubiera sido “de diez”. Feliz y frio día a tod@s!


COMENTARIO NUTRICIONAL
Justamente ahora es la temporada de la calabaza de invierno, la variedad más dulce y con la piel más dura que otras variedades. El componente principal es el agua, que unido a su bajo contenido en hidratos de carbono y a su inapreciable cantidad de grasa, hace que sea un alimento de escaso aporte calórico. Es una buena fuente de fibra, con lo cual aumenta la sensación de saciedad y mejora el tránsito intestinal por la alta presencia de mucílagos, un tipo de fibra soluble que tiene la capacidad de suavizar las mucosas del tracto gastrointestinal.
En cuanto a vitaminas, la calabaza es rica en beta-caroteno o provitamina A y vitamina C, dos potentes antioxidantes naturales que intervienen en diferentes procesos tanto como protección inmunológica como en la formación de colágeno, glóbulos rojos, huesos y dientes. Además, también presenta cantidades apreciables de vitamina E, folatos y otras vitaminas del grupo B como la B1, B2, B3 y B6.

sábado, 4 de febrero de 2012

Lentejas estofadas con verduras

No hay nada que reconforte más en tiempos fríos que un plato de cuchara y si además se trata de legumbres nos proporciona una cantidad considerable de energía para combatir los grados que haga falta.
Estas lentejas de hoy están cocinadas con cosas que se tienen habitualmente en casa, sin tener que comprar. Además para las personas con problemas con las grasas es ideal puesto que no llevan ningún tipo de carne.
Para esta receta se necesita:
  • 2-3 puñados de lentejas (he puesto las pardinas, se cuecen más rápido)
  • 1 cebolla
  • 2 tomatitos de colgar
  • 2 dientes de ajo
  • 2-3 zanahorias
  • 1 patata mediana
  • 3 pencas de acelga con sus hojas troceadas
  • 1 puñado de arroz
  • ½  cucharada de pimentón (he usado del dulce pero si os gusta más podéis ponerle picante)
  • Unos granos de comino picado (controlar la cantidad porque se trata de dar un toque)
  • Aceite de oliva virgen
  • Sal
  • Agua o algún caldo ligero (tenia hecho uno de pollo)

Tras poner las lentejas 1 hora a remojo, las he metido en la cacerola con 1,5 l de caldo de pollo, las zanahorias cortadas a dados, la patata lascada, los tallos de las acelgas cortados a trozos y 2 hojas de laurel a fuego medio.
Mientras en sartén he rehogado la cebolla y los dientes de ajos, todo picado fino y luego he añadido los tomates bien picados. A los 10 minutos he incorporado al sofrito el pimentón y los granitos de comino picados, he dado unas vueltas y he añadido el puñado de arroz.
Mientras ya están las lentejas hirviendo, les he añadido todo el refrito y las hojas de las acelgas, lo he tenido cociendo a fuego bajo y tapado durante otros 10 minutos, he rectificado la sal y listas las lentejas. Estaban muy sabrosas y ligeras!

viernes, 3 de febrero de 2012

Pan de centeno y multicereales

Pan de molde de centeno y multicereales
Tenía medio paquete de una harina comercializada por una gran superficie (Lidl) que controló mi padre hace ya un par de años y había que gastarlo por lo que hoy era un día para encender el horno con lo que está cayendo. Esta ola de frio siberiana nos tiene a todos  acurrucados cerca del fuego, nada menos que 1º de mínima y ahora mismo marca 3º el termómetro que no entiende muy bien lo que le está pasando ya que no está ni él ni 
nosotros acostumbrados a estos fríos 
Barritas de espelta
heladores.
También, aprovechando que tengo el horno encendido, he amasado un resto de harina de espelta, a ver que sale. La primera vez que hice este tipo de pan salió muy alveolado pero de corteza fina y el aumento en el horno fue normalito. Creo que amasé con exceso de agua y la masa no tenía fuerza para que contrarrestara la debilidad de la harina.
Aquí es donde entra el refrán panadero de “pasta dura, pasta segura”.
Para este pan de centeno he utilizado 400 g de harina de centeno y cereales, 50 g de harina de fuerza que he usado para  manejar y amasar, 200 ml de agua templada ( 25-27º) y nada más ya que la levadura, la sal y la masa madre la lleva incorporada. Después de un amasado corto de unos 5 minutos he dejado la masa tapada 30 minutos. Después le he dado forma para que me cupiera en el molde y la he dejado 1,5-2 horas levando tapada y en la cocina con el horno precalentando a 250º. Mientras el multicereal levaba he amasado 370 g de harina de espelta con 100 g de masa madre de la que guardo en la nevera siempre que amaso, 15 g de levadura prensada, una pizca de sal, 150 ml de agua tibia, 1 cucharada de aceite de oliva y una cucharadita de miel suave para que las levaduras entraran a trapo. He amasado 10 minutos y he tapado la masa 20 minutos. Después he formado 4 bolas y les he dado forma de bocadillo, las he tapado y dejado levar 1 hora.
He cocido primero las barritas de espelta ya que al ser más pequeñas y la masa más ligera han ido más rápidas que el de centeno. Bueno, el resultado ha sido muy bueno. Os dejo las fotos. No he probado aún el pan pero tiene muy buena pinta.
















miércoles, 1 de febrero de 2012

Ensalada de pollo y queso tierno con salsa griega ( tzatziki)

Receta rápida de preparar y muy completa por lo que con un buen plato y un postre, acompañando con un trozo de pan tendríamos el menú resuelto. Se puede sustituir el pollo por atún, se le puede añadir un huevo duro, frutas (uva, granada etc...)

 Ingredientes para la ensalada:
  • 1 mezcla de varias clases de ensaladas (yo utilicé un preparado que se vende listo para usar en las grandes superficies)
  • 1 pechuga de pollo
  • 1 queso tierno fresco
  • 1 tomatitos cherry
  • 1 pepino mediano
  • 1 cebolleta tierna
Para la salsa griega:
  • 1 yogur natural                                      
  • 1 diente de ajo no muy grande
  • 1 pepino pequeño rallado
  • Aceite de oliva
  • Sal y pimienta negra
  • Zumo de limón recién exprimido
  • Eneldo fresco
Comenzamos montando la salsa: pelamos el pepino, lo rallamos y lo dejamos escurriendo en un colador para que vaya soltando el agua. Pelamos y machacamos el diente de ajo en el mortero, le añadimos una pizca de sal, otra de pimienta negra, un chorrito de zumo de limón, el eneldo y un chorrito de aceite de oliva. Mezclamos todo esto con el pepino escurrido y le vamos añadiendo el yogur. Queda bastante cremosa por lo que también se puede untar sobre una tostada de pan y ponerle encima un filete de salmón ahumado y queda deliciosa.
A continuación salteamos con unas gotas de aceite la pechuga a fuego vivo y en cuanto esté cocinada y la podamos tocar la cortamos a tiras y dejamos atemperar. Mientras comenzamos a montar la ensalada: cortamos el queso en dados, los cherrys los podemos dejar enteros o partirlos en mitades. Introducimos en una ensaladera el bouquet de ensaladas, añadimos el pepino cortado a gusto, la cebolleta picada fina en brunoise,  las tiras de pechuga, los dados de queso, los tomatitos y salseamos por encima a gusto. El resto de salsa lo servimos en salsera aparte para quien desee más intensidad o untar en una rebanada de pan tostado.