Pan con levaduras silvestres |
El sábado fue un día de producción: grandes panes con levaduras caseras, cocas de sal con masa de aceite y los “borregos”, con su panceta, la longaniza y el toque del pimiento rojo y la berenjena dando color y sabor al conjunto. Fue una tarde de disfrute y gozo al ver todo el horno lleno hasta la bandera. El perfume invadía todo el recinto, el calorcito apetecía pues era una tarde de viento frio. En ese ambiente familiar, mi hermana, estupenda cocinera, también con la sangre del panadero en sus venas y un servidor, ocupamos unas cuantas horas con las manos en la masa, creando formas y sabores, charlando de muchas cosas y escuchando unos fados, tan agradables a los sentidos.
El viernes por la tarde dejé la masa del pan en bloque en la nevera para su fermentación, quise que tuviera tiempo de desarrollarse sin prisa, durante horas. Las levaduras necesitan sus tiempos para poder hacer su trabajo, ellas no entienden de estas cosas que nos ocurren a las personas cuando miramos un reloj.
Ya eran las 14,00 horas del sabado cuando retiré la masa de pan de la nevera para que perdiera el frio de toda la noche, se activara y se despertara del letargo que le provoca ese invierno falso. El aumento en bloque había sido espectacular pese a la baja temperatura, el aroma que desprendía ya dejaba entrever las cualidades del futuro pan, así que mi interés por el resultado final iba “in crescendo”.
Ya eran las 14,00 horas del sabado cuando retiré la masa de pan de la nevera para que perdiera el frio de toda la noche, se activara y se despertara del letargo que le provoca ese invierno falso. El aumento en bloque había sido espectacular pese a la baja temperatura, el aroma que desprendía ya dejaba entrever las cualidades del futuro pan, así que mi interés por el resultado final iba “in crescendo”.
Al cabo de al menos 2 horas pensé que ya era el momento de comenzar el “boleo” seguido del “formado” y preparar la segunda fermentación, más corta que la primera, tan solo para que la masa recuperara después de las sobadas anteriores. Mientras me dedicaba a estos menesteres, mi hermana puso en marcha la masa de las cocas y los borregos; harinas, agua, masa fermentada, guardada de la última panificación -“levado”-llevát-, aceite, sal y levadura prensada. Al cabo de 15-20 minutos, habiendo terminado con los últimos toques del pan, empezamos con el formado de las cocas “mano a mano”. Faltan fotos del proceso pero no había más manos para disparar. En cuanto estuvieron las cocas en su sitio, aumentando para pasar al horno, el pan ya estaba dentro, disfrutando del calorcito, después de la fría noche. Se notaba que estaba a gusto ya que poco a poco se crecía más, y más, se iba transformando en algo bello de color tostado, Los aromas cautivaban al resto de la familia que uno a uno iban desfilando para ver lo que se estaba horneando!
Mientras tanto, las cocas ya habían alcanzado la cima, listas para su transformación, decidimos ponernos “manos a la masa” y preparamos el aceite de oliva, la sal y la harina. Y así, de tres en tres fueron pasando al horno, haciendo compañía al pan que seguía ganando color en el fondo de la cúpula de adobe.
Toda la superficie del horno ocupada, no cabía nada más, ¡y faltaban por meter los borregos!
Pero lo cierto es que mientras preparamos los borregos , las cocas y el pan estaban en condiciones de ir saliendo del baño de calor, así que cuando entraron los últimos, ya volvía a haber sitio en el horno, por lo que todo vino muy bien.
Pero lo cierto es que mientras preparamos los borregos , las cocas y el pan estaban en condiciones de ir saliendo del baño de calor, así que cuando entraron los últimos, ya volvía a haber sitio en el horno, por lo que todo vino muy bien.
Las cocas... |
Los borregos |
Visto de cerca... |
Al final de la tarde, el horno vacio, las bocas llenas de saliva ante todo aquello- qué lujo- y el placer que sobreviene tras acabar una tarea como esta. La satisfacción de mi hermana y mía era evidente, ya casi teníamos ganas de volver a empezar!
oohhhh, quina bona pinta!!! Enhorabona!!! espero poder tastar algo de tot això, avore si tinc sort i me quede algo...
ResponderEliminarQuina meravella!! gràcies!!1 com m'agradaria saber fer aquest pans!! quina oloreta deu fer tota l'estança:))
ResponderEliminarVull fer coques i pans com vosaltres sabeu que soc admiradora vostre, m'agrada molt visitar-vos.
Aprendre, no tinc gaire temps després de la feina. Però us llegeixo i reservo Aquestes receptes per quan, tingui més temps!
Moltes gràcies de tot cor per la vostre visita a CuinaCinc.
Que tingueu una bona setmana!
amics estic
mireu capel del pais el seu blog que va de pans!
ResponderEliminarhttp://blogs.elpais.com/gastronotas-de-capel/2012/04/un-panadero-de-los-hermanos-adria.html
Gracias Cuina Cinc, he visitado el blog de Capel y me parece interesante. Tambien he "hallado sin buscar" "La cocina de los valientes"que tambien me ha gustado mucho. Y encima su creador es de mi tierra. Quizás algún dia pueda conocerle en persona!Un abrazo!
EliminarHola Toni,
Eliminar¿Porqué no le escribes? seguro que le gustaría. Coméntale a ver:))
Es un blog muy divertido, novedoso, me gusta
Gracias por tus comentarios,
toni he visto tu comnetario en capel.
ResponderEliminarleiste el mio?
bien, verdad. hemos coincidido y ademas aire fresco en la cocinadelosvalientes.
un abrazo!
Si, si, leí el tuyo, por eso me animé a escribir. Tampoco es la primera vez que coincidimos, eh? Un saludo Cuina cinc!
ResponderEliminarMuy bien ya he visto tu comnetario le ha gustado a Pau...
ResponderEliminares genial! y vos también claro...!!