domingo, 13 de mayo de 2012

Curiosidades sobre la dieta mediterránea.

Estudios variados de todas partes han puesto a nuestra disposición las bondades de este modelo de alimentación. Si, realmente, “somos lo que comemos”,  hemos de poner especial interés en la forma de comer, en el sentido de que si las grasas recalentadas, los preparados de bollería que abundan tanto en nuestro mercado, las comidas precocinadas que tan de moda están hoy en día, y todo lo que “nos facilita la vida” a la hora de nutrirnos, en muchos casos representa riesgos de salud a medio y largo plazo, debemos de ponernos en guardia y pensar, no en vivir más años sino en mejorar nuestra calidad de vida cuando el cuerpo empiece a presentar signos de cansancio en un futuro no muy lejano.



La dieta mediterránea se caracteriza, entre otras cosas, por la gran variedad de alimentos que pone a nuestra disposición. Si nos detenemos a analizarlo,  vemos las múltiples combinaciones, recetas, en las que se asocian determinados alimentos que se complementan desde un punto de vista nutricional, o que, interaccionan entre sí, por lo que el efecto provocado en nuestro organismo es distinto del que se hubiera alcanzado ingiriéndolos por separado.
Algunos ejemplos a tener en cuenta a la hora de cocinar:
Arroz con lentejas: las lentejas nos aportan la lisina que no tienen los cereales como el trigo o el arroz. Por el contrario, las legumbres son deficitarias en aminoácidos azufrados (metionina y cisteína), pero tienen mucha lisina. La mezcla de ambos resulta, pues, mucho más equilibrada y aumenta, por tanto, considerablemente el valor biológico de los platos así preparados.
Risotto: en este plato se combina el arroz con el queso, en la mayoría de los casos parmesano, que es otra manera de aportar aminoácidos azufrados, sobre todo lisina, de la que, como hemos visto, es deficitario el arroz.


Gazpacho: el aceite de oliva, es decir las grasas, favorece la biodisponibilidad del licopeno, sustancia antioxidante que aporta el tomate.
Pan con tomate: -tan típico en toda la parte mediterránea- es otro ejemplo como el anterior.
Longaniza con judías secas: los fitoesteroles de las judías impiden que se absorba parcialmente el colesterol que lleva la carne o derivados del cerdo. No sucedería lo mismo de haber acompañado la longaniza, por ejemplo, con patatas.
Combinaciones de mar y montaña: los esteroles marinos dificultan la absorción del colesterol procedente de las carnes.
El queso con fruta: (también membrillo) o ensalada; la fruta o la ensalada aportan las vitaminas hidrosolubles de las que es deficitario el queso. (Fuente: Dra.Josefa MªPanisello, Especialista en Medicina Interna).

5 comentarios:

  1. Hola Toni, haig de mirar més coses.
    M'ha agradat el teu post. Com és habitual. M'agrada molt aquest part nutricional del teu blog.
    La dieta mediterrània, un patrimoni?
    Diumenge, nit,
    Bona setmana:))

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  2. Hola Cuina, gracias por tus comentarios, siempre agradables. Y, haciendo referencia al mismo, si, quizás sea patrimonio, pero, cuanta gente dispone de esta información? Y si no la tienen, porqué aún no la tienen?Un saludo!

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  3. Toni,
    dóna una volta, si vols clar per aquest blog, crec q. t'agradarà:http://aprendizdepanadera.blogspot.com.es/2012/05/turismo-gastronomia-y-dulces.html
    parlant de mediterrani i patrimoni:))

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Gracias, tu comentario es importante para seguir aprendiendo.