Puesto de frutas y verduras del mercado |
Seguro que a
más de un@ le vienen a la cabeza recuerdos de historias de humor creadas en la década de los
ochenta por alguna revista de alcance nacional. Pero en este caso, no se trata
de humor sino de algo que, los que dedicamos una buena parte de nuestro tiempo
de cada dia es fundamental: el llenado de nuestro frigorífico.
Los
miercoles es el dia que se monta el mercadillo semanal en la calle, alrededor
del mercado central benicarlando. No soy cliente asiduo del susodicho pero me gusta y disfruto de
pasear por todo el recorrido viendo
productos-precios y, sin poder evitarlo, lo comparo después a los mismos
productos de los puestos del mercado o a los de las grandes superficies.
Hace unos
cuantos años las diferencias eran
notables, ahora ya no y, salvo que conozca la procedencia de los productos
suelo adquirir la carne, pescado y frutas en los mismos puestos del mercado. Llevo tantos
años haciéndolo que todos nos conocemos y los detalles recíprocos están ahí.
Aprovechando
que dispongo de tiempo me decido a dar
una vuelta por el puerto y me encuentro con el dueño del puesto de pescado
donde hago las compras semanales. Las rachas de viento frio son considerables y,
me llama la atención el ver la flota amarrada en su totalidad. Le pregunto por
su presencia allí ya que no es él quien se encarga de comprar en la lonja y me comenta que a
veces se turna con su cuñado, el encargado de este cometido y a quien sí me
suelo cruzar en ocasiones.
Lonja de Benicarló |
Tambien le comento
el hecho de ver la flota amarrada y vacía en una hora de gran bullicio como es la
arrivada a puerto, el arreglo del
pescado, los carros llenos corriendo
hacia el lugar donde se subastan las capturas y demás. Me dice que solo han
salido a faenar dos o tres embarcaciones debido al temporal que azota la zona.
Pasear por
la lonja, saludar y charlar con los marineros y con la gente que compra es algo
que me gusta. Casi todos los dias, hay pescadores de caña perdiendo el tiempo
entre las barcas, intentando “pillar” algo para la cena.
Cada tarde,
a la misma hora entran las barcas al puerto y van “aparcando “en sus lugares de
amarre, las maniobras son perfectas en un medio frágil como es el agua. Es como un baile de salón, están todas juntas,
pero nunca se tocan. Mientras, las gaviotas revolotean las embarcaciones, saben
que hay comida fácil y esperan pacientes el “maná “que sale volando en busca del mar.
Luego, bajan haciendo gala de su destreza en el vuelo y solo tiene que cogerlo
con su pico, sin necesidad siquiera de amerizar.
Carros de transporte del puerto y redes |
En pocos
minutos, los marineros empiezan a cargar los carros con cajones repletos de las
capturas. Pescadillas, salmonetes, peludas, sargos, congrios, doradas, lubinas,
pajeles, caracoles, cangrejos, galeras, morralla para sopas, langostinos,
rapes, sardinas, boquerones, un surtido extenso para el gusto de todos los
paladares y bolsillos!
En cuanto
pueden salen corriendo carros y hombres para llegar los primeros a la subasta
por aquello de “quien pega primero pega dos veces”, y, comienza el espectáculo.
Al cabo de una hora escasa, todo está vendido y adjudicado; furgonetas y camiones salen del puerto en distintas direcciones
para continuar con las ventas del género bien fresco.
Y yo, una vez terminada
la función, “recojo velas”, y salgo presto
en busca del pez que ahora va “sobreruedas”, para “pescarlo” fácil, como las gaviotas, y disfrutarlo en la
cena.
Langostinos |
Vista de Benicarló desde el puerto |
Peñíscola vista desde el puerto de Benicarló |
Los productos de "la huerta" |
"Mi pesca", Corvina de roca |
Fachada principal del mercado central benicarlando |
Parte de "mi pesca": fritura del terreno. |
Es una gozada para los ojos y para la nevera, una verdadera delicia.
ResponderEliminarComo las gaviotas, ¿eh? Pues fíjate que te veo yo aire de marinero.. Qué suerte tienes de poder ver el mar todos los días!
ResponderEliminarDá gusto ver la enorme variedad de los mercados, un lujo comprar el pescado recién llegado a puerto. No he probado nunca la corvina, la próxima vez que la vea, la compraré, porque si tú lo haces, por algo será, me fío de tu sabiduría culinaria.
Hola Maritxu; este pez tiene una carne blanca y muy jugosa, muy similar a la de la lubina. La comimos a la sal y quedó deliciosa. Un saludo!
ResponderEliminarAy Toni qué emoción, acabo de probar tu coca de patata de Valldemossa, qué cosa más rica, qué finura, parece etérea, qué bollos más delicados, qué sorprendente la patata, si no lo cato, no lo creo; éso, sí, se ha hecho esperar, ¿eh? madre mía, lo que ha tardado en levar, pero ha merecido la pena totalmente, muchísimas gracias, Tonitxu, lo que estoy aprendiendo contigo no tiene precio; lo que estoy engordando.. mejor lo dejamos, jajá, un beso!
ResponderEliminarEs así, tal y como la describes. Has hecho bien los deberes!!Un abrazo.
EliminarCon un buen maestro, es un placer hacer los deberes. Besarkada bat!
EliminarEl artículo, las fotos y el género maravillosos, a partir de ahora tu llenas el frigorífico los miércoles y yo trataré de vaciarlo a lo largo de la semana, para que no tengas tanto trabajo.
ResponderEliminarSaludos