domingo, 10 de junio de 2012

Pizza de espinacas, rulo de cabra y miel


Esta combinación me parece estupenda. Y es que al queso de cabra la miel le aporta ese punto que le falta para ser perfecto. Todo ello sobre una base de espinacas y para terminar unas nueces troceadas repartidas por toda la pizza y será una cena sobresaliente!
Para montar una pizza grande, familiar como para 3-4 comensales o 2 más pequeñas vamos a necesitar:
Para la masa:
  • 300 g de harina de fuerza
  • 200 ml de agua templada
  • 2 cucharadas soperas de aceite de oliva
  • 15 g de levadura prensada
  • 1 pizca de sal
  • 1 pizca de azúcar
  • Algo más de harina para trabajar la masa
Y para el relleno:
  • 2 pastillas de espinacas (de las que venden congeladas)
  • 1 rulo de cabra de 200 g
  • 50 g de nueces troceadas (1 puñado)
  • 3-4 cucharadas soperas de miel liquida (se reparte mejor)
Lo primero que haremos será poner al fuego una olla con bastante agua. Cuando rompa a hervir meteremos las espinacas, y, cuando vuelva a coger el hervor apagaremos el fuego y dejaremos las espinacas dentro.
Prepararemos la masa; en un bol haremos un volcán con la harina y en su interior desleiremos la levadura con el azúcar, la mitad del agua y el aceite.
Añadiremos el resto del agua y mezclaremos todo, añadiremos la sal. Amasaremos durante 8-10 minutos, haremos una bola y la dejaremos descansar tapada. Al cabo de 1 hora aprox. o cuando casi haya doblado su volumen, si vamos a hacer 2 bases de pizzas, partiremos la bola en dos, volveremos a bolear y dejaremos otros 10 minutos.
Pasado el tiempo, sobre una fuente plana de horno aceitada, aplanaremos la masa dándole la forma redonda, la dejaremos lo más fina posible, a no ser que nos guste algo más gorda.
Escurriremos bien las espinacas, las repartiremos con cuidado sobre toda la base de la pizza, repartiremos el queso de cabra en trozos o lonchas, las nueces troceadas y, por ultimo aliñaremos con una pizca de sal, un chorrito de aceite de oliva y la miel.
Otra opción, si queremos complicarnos un poco más, sería extender la masa y darle una primera cocción de unos 10 minutos en horno fuerte (Las pizzas hay que hornearlas siempre con horno fuerte), sacarla, rellenar con los ingredientes y volver a hornear durante otros 10 minutos más. Lo que conseguimos con esta opción es que la pizza nos quede más jugosa, pero la primera es más sencilla y el resultado es bueno. Al final, cuando la saquemos del horno, espolvoreamos orégano. Si tenemos albahaca podemos sustituirlo.

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