Casi todas las verduras, simplemente hervidas y aliñadas con un buen chorro de aceite de oliva virgen y un poquito de sal, resultan excelentes. Y, sobre todo, conservando el punto de textura propia de cada una, lo que se suele llamar “al dente”, es así como mantienen intactas sus cualidades nutritivas.
Pero de vez en cuando, un salteado con jamón y unas láminas de ajos, una pizca de Pimentón de la Vera, picante o no, o cualquier “extra”, pueden alegrarnos la comida.
“En la variedad está el gusto”, siempre y cuando nuestra salud nos lo permita.
En la receta de hoy, vamos a escaldar las verduras, para que conserven al máximo las vitaminas y la textura, y luego las envolveremos en un aceite enriquecido, les aportará sabor y un toque distinto.
Los ingredientes para 2-3 comensales:
- 500 g de judías verdes planas (si puede ser de la variedad”perona”)
- 1 calabacín mediano
- ½ cebolla
- 1 pimiento maduro (puede ser italiano rojo)
- 1 tomate maduro
- 50 g de jamón picado en tiras finas o en tacos
- 2 dientes de ajo
- Aceite de oliva virgen
- Sal
Limpiaremos las judías, quitaremos las puntas, cortaremos en longitudinal y en trozos de 3-5 cm. Abriremos el calabacín a lo largo en dos mitades, a su vez en otras dos mitades y cortaremos en cuartos finos. Cortaremos el pimiento en tiras similares a las judías. Pelaremos el tomate y lo picaremos lo más fino posible. Pelaremos la cebolla y la trincharemos fina. Picaremos el jamón. Llenaremos una olla hasta la mitad de agua y la pondremos al fuego. Cuando empiece a hervir, echaremos las judías verdes y apagaremos el fuego. Las dejaremos en el agua hasta que las necesitemos.
En sartén pondremos 3-4 cucharadas de aceite de oliva, comenzaremos rehogando el jamón. Daremos unas vueltas y añadiremos la cebolla picada y el ajo en láminas. A los cinco minutos, añadiremos el pimiento y seguiremos rehogando. Pondremos el tomate bien picado y rectificaremos de sal.
Taparemos y bajaremos el fuego al mínimo durante unos minutos. Cuando veamos que el tomate está cocinado (unos 10’) añadiremos al conjunto el calabacín. Escurriremos las judías verdes y reservaremos sino todo, parte del caldo. Las añadiremos al salteado, daremos unas vueltas, dos o tres minutos y apagaremos el fuego. Si nos gustan las verduras más hechas, podemos agregar un cacillo del caldo de las judías y dejar que se cocinen durante unos minutos más.
COMENTARIO NUTRICIONAL
Que tenemos que comer verdura cada día ya lo sabemos todos. En este grupo de alimentos encontramos nutrientes que nos alegran el cuerpo y aunque os cueste de creer, ¡también la mente! Hay estudios que demuestran que cuantos más colores tenemos en nuestro plato, estamos de mejor humor, y esto es debido a todas las vitaminas, minerales y antioxidantes que contiene este gran grupo de alimentos. Además, contienen otro componente básico y necesario: la fibra dietética, además de una cantidad considerable en agua.
Ahora bien, comer siempre la verdura con la misma cocción lleva al aburrimiento y quizás a disminuir su frecuencia de consumo. Es bueno buscar alternativas y jugar con los sabores y los olores, para hacer de nuestra alimentación diaria un placer cotidiano. Aquellos que tengáis que realizar una dieta baja en sodio (hipertensos), podéis sustituir el jamón por otra verdura como la cebolla o los ajos, para darle más sabor al plato. Si tu problema es el peso, es un plato apto para personas que están realizando dietas hipocalóricas, únicamente hay que controlar la cantidad de aceite (de oliva), utilizando como máximo una cucharada sopera para el sofrito e igualmente. También podéis probar a utilizar el ‘wok’ que permite cocinar con menos cantidad de aceite.
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