lunes, 8 de octubre de 2012

LONGEVIDAD Y CALIDAD DE VIDA

Okinawa desde el aire


Es un tema que está muy de moda, aunque no nos paremos a pensar en ello. Nuestro devenir diario se basa en trabajar, comer y dormir. Las crisis económicas que nos persiguen no hacen sino atarnos más y más a  este insano estilo de vida. Y cada día nos encontramos más solos y faltos de rumbo, de motivación, motor de nuestra existencia. Quizás es esto lo que desean quienes  manejan el mundo.


 Desde que el hombre inventó el dinero y nos hicieron creer que poseerlo y cuanto más mejor, era lo mejor para vivir, hemos perdido la esencia de nuestro interior, y por tanto, la del ser humano: la libertad. Todo lo que nos proponen está enfocado hacia el consumismo=dinero y, sin darnos cuenta, nos envuelven en esa inercia que nos engulle y nos convertimos en piezas del rompecabezas, en pescadillas con la cola entre dientes.

Y todo esto, preguntarás, qué tiene que ver con el título del post?


Todo lo que coarta nuestra libertad como seres vivos, nuestro presente y futuro, hace que se deteriore la calidad de nuestra corta existencia. Y llegado este punto es obligado hacerse la pregunta: ¿para qué vivir más, para seguir siendo “carnaza”, propiedad de los “buitres” que manejan nuestro mundo?











Bueno, sería una manera de ver la triste realidad de la época que nos toca vivir. Pero hay que pensar en el bien de los demás como en el nuestro propio, sean o no de nuestro grupo. Somos un “Todo”, estamos todos implicados en la misma causa. Tenemos un deber que nos viene impuesto desde nuestro corazón: ayudarnos, apoyarnos y hacernos el día a día más llevadero. Quizás en esta frase hay un poco de la esencia de nuestros blogs, de los que escribimos para quien quiera leernos, bien sean recetas de cocina, pensamientos o conocimientos importantes. Lo verdaderamente importante es compartir nuestras vidas, siempre hay alguien que puede aprovechar algo de nosotros.

Este blog de recetas pretende compartir algo más que maneras de cocinar, lo que realmente nos  interesa es poner en conocimiento de  cuanta más gente mejor, cómo hay que alimentarse sin renunciar a un buen sabor, consiguiendo además de nutrirse, que nuestro cuerpo esté cuidado, con las menores agresiones posibles gastronómicamente hablando.

Cada día hay más científicos que buscan la relación que existe entre la alimentación y la longevidad. En Japón, potencia pionera en numerosas actividades, se desarrollan unos estudios en personas centenarias. Concretamente en Okinawa, los mayores, algunos de ellos de más de 100 años, cuidan cada día de su vida con un trinomio que siguen con total religiosidad: actividad física, comida sana y espiritualidad.


Una actividad física que, en la mayoría de los casos, consiste en cuidar del pequeño huerto heredado de sus antecesores durante años, quizás siglos, cosechando gran parte de lo que luego ellos mismos cocinan y comen. Una dieta basada en verduras de todo tipo, frutas y muy de vez en cuando algo de cerdo cocido. En unas declaraciones recientes una de estas longevas personas decía:”-El secreto está en que soy libre. Nada limita mi pensamiento ni mi libertad, hago lo que quiero cuando quiero”-.

 Es evidente que influyen otros factores para vivir muchos años con buena calidad de vida como pueden ser, los genes heredados, la alimentación saludable y, además, varios elementos clave que conectan la mente, el cuerpo y el espíritu. Según los expertos que llevan a cabo estos estudios la información genética es importante pero no es determinante, influye solamente en un 30%.
En sus comidas, estos mayores centenarios, evitan los productos animales, aumentando el consumo de frutas como la papaya y algunas hortalizas como las zanahorias, cebollas, lechugas, pimientos verdes, algas marinas y algunas hierbas como la albahaca. También consumen cereales como arroz, pasta, maíz y algunos pescados ricos en omega 3 como salmón o atún. Añaden en su dieta antioxidantes como el té verde o negro y evitan tomar leche y azúcar. El aporte de agua suele ser de 8 a 12 vasos cada día. 

 La manera en que se ingiere la comida es muy importante: hay que masticar despacio, dando tiempo al cuerpo a reaccionar ante el aporte de alimentos, saboreando bien cada ingesta, envolviéndola en abundante saliva, llenando nuestro estómago al 80% y en ese momento parar. El cerebro tarda unos 20 minutos en detectar  cuando es suficiente, hay que darle tiempo, tenemos que sintonizar con nuestro cerebro  que nos dice lo que hay que hacer en cada momento.

Es un secreto guardado a voces: alimentación sana y frugal, ejercicio físico como paseos en bici o andando, y sobre todo, escuchar los mensajes del cuerpo. Relacionarse con los demás forma parte del ejercicio espiritual, ayuda a estar en forma mentalmente y no abandonar, ni tirar la toalla ante las adversidades. Es importante no sentirse solo.
 










No obstante, hemos de saber marcar nuestros límites sin ser fundamentalistas de la alimentación. Nuestro cuerpo es inteligente y sabe mucho de la adaptación y supervivencia, lleva muchísimo tiempo acumulando datos al respecto. Por eso, de vez en cuando podemos permitirnos algunos extras: un buen arroz con sus sofritos, un dulce, si es casero mejor, y, por qué no, una visita al McDonald’s no arruinará toda una vida.

 Pero hay que regresar a lo cotidiano, a las buenas costumbres y acordarnos de aquella frase de cuatro palabras que lo dice todo: “somos lo que comemos”, y no se refiere solamente a los alimentos que ingerimos por boca, también nos nutrimos del aire sano que respiramos cuando vamos al monte, de los colores, del olor a yodo y salitre cuando estamos en la playa, de la buena música, de la compañía de nuestro perro o gato, de un viaje, del sol, la lluvia, en definitiva…. del mundo en que vivimos.

"Qué alegria....ya viene el sol"




2 comentarios:

  1. Hola, muy bonito el post de hoy pero mucho más aún para mí el anterior, qué coca más auténtica, diferente, me encantan las recetas locales, nunca había oído lo de la "lechada", qué rica tiene que estar, muchas gracias por compartirla!

    ResponderEliminar
  2. Hola Maritxu!Gracias por tu comentario!Espero que te animes a prepararla. Está muy, muy buena. Un abrazo!

    ResponderEliminar

Gracias, tu comentario es importante para seguir aprendiendo.