Seguramente la vida es una rueda en la que las circunstancias, las casualidades y otras palabras a mi parecer un tanto ambiguas hacen que todos repitamos las mismas cosas y al final unos más y otros menos, a base de equivocaciones, errores, imperfecciones y demás vamos aprendiendo a escribir y trazar nuestro propio camino.
Y todo esto porqué, se estará preguntando el lector, que he hecho yo para merecer semejante epístola?
Ahí va la explicación: resulta que en Navidad compré frutas escarchadas para los roscones, y por supuesto sobraron algunas. Cansado ya de verlas cada vez que buscaba en la despensa dije: “tengo que mirar en internet a ver que hace el personal con esto”.
Y justo, todo@s lo mismo!!, plum cake!
Pero bueno, la verdad es que el tema de los dulces me atrae menos que los salados y siempre busco recetas que me apetezcan, pero lo de hoy es diferente, había que dar salida a toda esa fruta y me he puesto manos a la obra con una receta que , mirando de aquí y de allá viene a ser la misma para todo el mundo. Esta al llevar menos cantidad nos da un bizcocho de unas dimensiones no excesivas lo cual quiere decir que se acabará pronto, vamos, que no estará muchos días por aquí.
Y buscando por la web he encontrado una historia no menos que chocante, que hace referencia a cómo fue que por casualidad apareció este bizcocho, dicen, de procedencia inglesa.
A ver, muy creíble no es pero para que no se diga os la voy a relatar.
Dícese de un señor llamado Giovanni Plum que se encontraba en la ciudad de Pompeya y, también casualmente estaba preparando un bizcocho. Cosas de la vida que de repente el Vesubio entró en erupción y menudo susto le dio al pobre Giovanni que, bizcocho en mano, salió de su casa y empezó a correr calle abajo como perseguido por el demonio.
Y justo al pasar por delante de una frutería, los trozos de lava hicieron explotar gran cantidad de frutas, frutos secos que, también casualmente fueron a parar en el bizcocho de Giovanni.
Y de esta manera fue como nació el Plum cake (bizcocho de Plum).
La moraleja de esta historia tan curiosa es que a veces se descubren cosas por accidente o por error, por lo que a l@s que os da un poco de reparo la cocina, no os preocupéis, no es difícil, un poco de imaginación y seguramente saldrá alguna receta estupenda, quizás, sin saberlo.
Y todo esto porqué, se estará preguntando el lector, que he hecho yo para merecer semejante epístola?
Ahí va la explicación: resulta que en Navidad compré frutas escarchadas para los roscones, y por supuesto sobraron algunas. Cansado ya de verlas cada vez que buscaba en la despensa dije: “tengo que mirar en internet a ver que hace el personal con esto”.
Y justo, todo@s lo mismo!!, plum cake!
Pero bueno, la verdad es que el tema de los dulces me atrae menos que los salados y siempre busco recetas que me apetezcan, pero lo de hoy es diferente, había que dar salida a toda esa fruta y me he puesto manos a la obra con una receta que , mirando de aquí y de allá viene a ser la misma para todo el mundo. Esta al llevar menos cantidad nos da un bizcocho de unas dimensiones no excesivas lo cual quiere decir que se acabará pronto, vamos, que no estará muchos días por aquí.
Y buscando por la web he encontrado una historia no menos que chocante, que hace referencia a cómo fue que por casualidad apareció este bizcocho, dicen, de procedencia inglesa.
A ver, muy creíble no es pero para que no se diga os la voy a relatar.
Dícese de un señor llamado Giovanni Plum que se encontraba en la ciudad de Pompeya y, también casualmente estaba preparando un bizcocho. Cosas de la vida que de repente el Vesubio entró en erupción y menudo susto le dio al pobre Giovanni que, bizcocho en mano, salió de su casa y empezó a correr calle abajo como perseguido por el demonio.
Y justo al pasar por delante de una frutería, los trozos de lava hicieron explotar gran cantidad de frutas, frutos secos que, también casualmente fueron a parar en el bizcocho de Giovanni.
Y de esta manera fue como nació el Plum cake (bizcocho de Plum).
La moraleja de esta historia tan curiosa es que a veces se descubren cosas por accidente o por error, por lo que a l@s que os da un poco de reparo la cocina, no os preocupéis, no es difícil, un poco de imaginación y seguramente saldrá alguna receta estupenda, quizás, sin saberlo.
Ingredientes para uno no demasiado grande:
- 150 g de harina floja
- 125 g de mantequilla punto pomada
- 125 g de azúcar glas
- 3 huevos
- 200 g de pasas, trocitos de ciruelas pasas y frutas escarchadas( es lo que tenía)
- 4-6 g de levadura en polvo (tipo Royal)
- Ralladura de limón y vainilla para perfumar
He empezado sacando la mantequilla del frigo, he pesado la que toca y la he dejado atemperar en la cocina. He pesado las frutas, las he cortado a trocitos y las he sumergido en brandy para ablandarlas y darles un toque de licor. He sacado los huevos para que perdieran el frio. Para empezar he puesto la mantequilla en un bol y la he batido hasta que ha cogido una textura de crema, he añadido el azúcar y he continuado batiendo hasta mezclar bien. Después he ido añadiendo los huevos de uno en uno (importante) mezclando bien entre huevo y huevo.
Seguidamente he ido añadiendo poco a poco y con la espátula de goma la harina mezclada con la levadura. He rallado un poco de piel de limón y un poco de vainilla natural, he añadido una cucharada del brandy de macerar la fruta y al final la fruta bien escurrida y espolvoreada con harina fina de maíz para que no se fuera al fondo del bizcocho.
El molde que ha sido de los que venden de aluminio, lo he pasado un poco con mantequilla derretida y después con harina para que no se pegue el cake y lo he rellenado con la masa 2/3 partes. Por fin lo he metido en el horno precalentado a 200º durante 10 minutos, después he bajado la temperatura a 175º y he seguido horneando durante 40 minutos más. Bueeno, al final parte de la fruta sí se ha ido abajo, pero el resultado sensacional!
¡Os lo recomiendo! Gracias por leernos y buen día!!
COMENTARIO NUTRICIONAL
Este postre dulce como os podéis imaginar tiene un elevado contenido calórico, debido a los ingredientes que para su elaboración se necesitan. Como muchas otras tartas y bizcochos, contiene ingredientes comunes de nuestra repostería, como es el caso de la harina, el azúcar y el huevo, alimentos que aportan hidratos de carbono, proteínas y grasa. Sin embargo, aquellos que determinan su contenido calórico y lo caracterizan son la mantequilla y las pasas que se añaden. Es por ello que es recomendable su consumo de forma ocasional, sobretodo en el caso de presentar una obesidad importante y/o enfermedades cardiovasculares. Las personas diabéticas pueden sustituir el azúcar por edulcorantes artificiales como el aspartamo, la sacarina o el sorbitol para su elaboración.
Seguidamente he ido añadiendo poco a poco y con la espátula de goma la harina mezclada con la levadura. He rallado un poco de piel de limón y un poco de vainilla natural, he añadido una cucharada del brandy de macerar la fruta y al final la fruta bien escurrida y espolvoreada con harina fina de maíz para que no se fuera al fondo del bizcocho.
El molde que ha sido de los que venden de aluminio, lo he pasado un poco con mantequilla derretida y después con harina para que no se pegue el cake y lo he rellenado con la masa 2/3 partes. Por fin lo he metido en el horno precalentado a 200º durante 10 minutos, después he bajado la temperatura a 175º y he seguido horneando durante 40 minutos más. Bueeno, al final parte de la fruta sí se ha ido abajo, pero el resultado sensacional!
¡Os lo recomiendo! Gracias por leernos y buen día!!
COMENTARIO NUTRICIONAL
Este postre dulce como os podéis imaginar tiene un elevado contenido calórico, debido a los ingredientes que para su elaboración se necesitan. Como muchas otras tartas y bizcochos, contiene ingredientes comunes de nuestra repostería, como es el caso de la harina, el azúcar y el huevo, alimentos que aportan hidratos de carbono, proteínas y grasa. Sin embargo, aquellos que determinan su contenido calórico y lo caracterizan son la mantequilla y las pasas que se añaden. Es por ello que es recomendable su consumo de forma ocasional, sobretodo en el caso de presentar una obesidad importante y/o enfermedades cardiovasculares. Las personas diabéticas pueden sustituir el azúcar por edulcorantes artificiales como el aspartamo, la sacarina o el sorbitol para su elaboración.
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