Tomillo en flor |
Siendo de uso indispensable en la cocina de numerosos países de la cuenca mediterránea (bouquet garní, hierbas provenzales) en el Caribe y en otras partes de nuestro planeta hemos decidido que debía estar en nuestro blog para que los lectores sepan de todas las virtudes de esta magnífica planta.
Sinonimia cast., tomello, y, en Aragón, tremoncillo y estremoncillo ; portugués y gallego., tomilho ; tómelo, tomentelo ; catalán, timó, timonét, tem, farigola, frigola ; Vasco, elharr, ezkai, ispillu, erle-bedarr. Tanto en Portugal y Galicia como en el País Vasco, el tomillo no se da por su natural; y los nombres referidos se aplican a la planta cultivada. En otras regiones, a veces se añaden a la voz tomillo, que corresponde a esta especie, el tomillo por antonomasia, algún calificativo para distinguirlo de otros congéneres.
Forma una matita de 1 palmo de altura o poco más, muy poblada de hojas, a lo sumo de 1 cm. Incluido el rabillo, de figura entre ovalada y lanceolada, pero por lo común aparentando ser más estrechas, porque la sequedad suele hacer que se arrollen por sus bordes hacia el reverso, que es blanquecino, por los muchos pelitos blancos que lo recubren, y acopladas y enfrentadas en cada nudo. Vistas con un cristal de aumento, en la cara superior de las hojas se advierten numerosos hoyuelos, y en muchos de ellos brilla una gotita de esencia. En el extremo de las ramitas las flores se agrupan en una especie de cabezuelas; y tiene el cáliz de un color rojizo vinoso, de una sola pieza, con la garganta obstruida por pelitos blancos, divididas en dos labios; el labio superior tiene dos dientecitos cortos y casi iguales; el inferior queda dividido en dos largas y estrechas lacinias. Las flores tienen la corola diminuta y carecen de estambres. Son bien visibles y despiden junto con las hojas un intenso olor a timol; es el típico olor a tomillo.
Florece en primavera a partir de marzo y suele medrar en los collados, cabezos y laderas expuestas al sol, en las sardas y en toda suerte de matorrales de las tierras bajas calcáreas o arcillosas, con mucho menor frecuencia en las silíceas. Forma a menudo tomillares en los que predomina sobre las otras matas, sobre todo en los páramos de la parte occidental de Cataluña y por todo el bajo Aragón, donde impregna de esencia de buen olor el calzado de cuantos andan por ellos. Bien dice el refrán: Vete al monte algún buen día, que Dios da de balde su perfumería.
En cuanto a sus virtudes, se dice que sobre la circulación y los centros nerviosos, su esencia ejerce una acción que se manifiesta por una mayor amplitud del pulso, por un aumento de las fuerzas físicas, por una mejoría del tono moral y un despertar de las funciones digestivas. Esta acción justifica su empleo en la clorosis, la astenia nerviosa y en todos los casos en los que importe estimular la circulación capilar y favorecer las combustiones orgánicas; además, dotada esta planta de propiedades antisépticas y antiespasmódicas, tiene asimismo indicación en las afecciones del aparato respiratorio, del cual modifica las secreciones y modera los espasmos.
La infusión de tomillo, como tónica, digestiva y para limpiar de lombrices los intestinos, se prepara echando 2 ó 3 gramos de las sumidades floridas de tomillo por cada taza de agua hirviendo. La infusión debe retirarse de la lumbre así que se ha echado la planta, y se tapa bien para que no se pierda la esencia. Se toma una taza después de las principales comidas. Esta misma tisana, tomada en mayor cantidad, un bol o un par de tazas, sirve contra las lombrices intestinales cuando se sirve en ayunas, varios días seguidos. Para facilitar y aumentar sus efectos se recomienda, después de la infusión de tomillo, tomar un laxante o cualquier purga suave. Si se trata de expulsar los oxiuros, es decir, aquellas diminutas lombrices a las que tan expuestos están los niños, se les dan lavativas de la misma infusión de tomillo.
Entre los que no tienen apetito o necesitan de un estimulante que les facilite la digestión, hay quien prefiere tomar un caldo de tomillo (sopa de farigola en Cataluña).
El aguardiente de tomillo se compone de diversas hierbas aromáticas. Se recomienda prepararlo así: de salvia, 15 gr. ; raíz o frutos de angélica, 10 gr., tomillo, almoraduj y comino, 5 gr. de cada cosa ; aguardiente seco, 1 litro. Se ponen todos los ingredientes a macerar en el aguardiente durante cuarenta días con sus noches, a sol y serena, en una botella bien tapada y colocada al revés, es decir, con el tapón hacia abajo; se revuelve suavemente sin agitarla, todos los días, pasados los cuales, se retira y se coloca durante por lo menos 24 horas en un lugar fresco. Luego se filtra el líquido y se le añade una libra de azúcar cuadradillo. Es un licor estomacal, para tomar un vasito después de comer o cuando se siente uno indispuesto, así como para calmar los dolores de vientre y contra las flatulencias. Puede tomarse solo o mezclado en una infusión caliente de tomillo, como antes indicada.
Los baños llamados tonificantes generales se preparan echando en ellos esencia de tomillo, de romero y espliego, disueltas en una onza de alcohol. (Dioscórides: Plantas medicinales)
En la cocina se usa para dar sabor a las carnes, sopas y guisos en pequeñas dosis por su intenso aroma. Es recomendable no utilizar con orégano ni con mejorana. Combina muy bien con estofados, papas, huevos, embutidos, escabeches y todo tipo de salsas. Utilizado en platos muy grasos, facilita su digestión y realza el sabor. Ya hemos comentado anteriormente su importancia para elaborar el bouquet garní y muchos platos de la cocina francesa. Indispensable en las preparaciones de marinadas (olivas), rellenos, guisos y verduras asadas o fritas (en especial setas y calabacines), conserva su sabor en platos de cocción lenta.
La caza, la carne de ave y las carnes a la parrilla ganan con tomillo que se utiliza seco añadido en las brasas de la barbacoa perfumando agradablemente( “Al conejo romero y el tomillo al cordero”).
Para los marinados con aceite y vino o vinagre es indispensable y para el condimento de todo tipo de verduras.
Se puede guardar en el congelador seco o fresco por lo que recomendamos disponer de tomillo por la cantidad de bondades que posee. En los viveros de plantas se puede adquirir para plantarlo en un tiesto cerca de la cocina expuesto al sol ya que requiere de mucha energía y no le importa la sequedad.
Sinonimia cast., tomello, y, en Aragón, tremoncillo y estremoncillo ; portugués y gallego., tomilho ; tómelo, tomentelo ; catalán, timó, timonét, tem, farigola, frigola ; Vasco, elharr, ezkai, ispillu, erle-bedarr. Tanto en Portugal y Galicia como en el País Vasco, el tomillo no se da por su natural; y los nombres referidos se aplican a la planta cultivada. En otras regiones, a veces se añaden a la voz tomillo, que corresponde a esta especie, el tomillo por antonomasia, algún calificativo para distinguirlo de otros congéneres.
Forma una matita de 1 palmo de altura o poco más, muy poblada de hojas, a lo sumo de 1 cm. Incluido el rabillo, de figura entre ovalada y lanceolada, pero por lo común aparentando ser más estrechas, porque la sequedad suele hacer que se arrollen por sus bordes hacia el reverso, que es blanquecino, por los muchos pelitos blancos que lo recubren, y acopladas y enfrentadas en cada nudo. Vistas con un cristal de aumento, en la cara superior de las hojas se advierten numerosos hoyuelos, y en muchos de ellos brilla una gotita de esencia. En el extremo de las ramitas las flores se agrupan en una especie de cabezuelas; y tiene el cáliz de un color rojizo vinoso, de una sola pieza, con la garganta obstruida por pelitos blancos, divididas en dos labios; el labio superior tiene dos dientecitos cortos y casi iguales; el inferior queda dividido en dos largas y estrechas lacinias. Las flores tienen la corola diminuta y carecen de estambres. Son bien visibles y despiden junto con las hojas un intenso olor a timol; es el típico olor a tomillo.
Florece en primavera a partir de marzo y suele medrar en los collados, cabezos y laderas expuestas al sol, en las sardas y en toda suerte de matorrales de las tierras bajas calcáreas o arcillosas, con mucho menor frecuencia en las silíceas. Forma a menudo tomillares en los que predomina sobre las otras matas, sobre todo en los páramos de la parte occidental de Cataluña y por todo el bajo Aragón, donde impregna de esencia de buen olor el calzado de cuantos andan por ellos. Bien dice el refrán: Vete al monte algún buen día, que Dios da de balde su perfumería.
En cuanto a sus virtudes, se dice que sobre la circulación y los centros nerviosos, su esencia ejerce una acción que se manifiesta por una mayor amplitud del pulso, por un aumento de las fuerzas físicas, por una mejoría del tono moral y un despertar de las funciones digestivas. Esta acción justifica su empleo en la clorosis, la astenia nerviosa y en todos los casos en los que importe estimular la circulación capilar y favorecer las combustiones orgánicas; además, dotada esta planta de propiedades antisépticas y antiespasmódicas, tiene asimismo indicación en las afecciones del aparato respiratorio, del cual modifica las secreciones y modera los espasmos.
La infusión de tomillo, como tónica, digestiva y para limpiar de lombrices los intestinos, se prepara echando 2 ó 3 gramos de las sumidades floridas de tomillo por cada taza de agua hirviendo. La infusión debe retirarse de la lumbre así que se ha echado la planta, y se tapa bien para que no se pierda la esencia. Se toma una taza después de las principales comidas. Esta misma tisana, tomada en mayor cantidad, un bol o un par de tazas, sirve contra las lombrices intestinales cuando se sirve en ayunas, varios días seguidos. Para facilitar y aumentar sus efectos se recomienda, después de la infusión de tomillo, tomar un laxante o cualquier purga suave. Si se trata de expulsar los oxiuros, es decir, aquellas diminutas lombrices a las que tan expuestos están los niños, se les dan lavativas de la misma infusión de tomillo.
Entre los que no tienen apetito o necesitan de un estimulante que les facilite la digestión, hay quien prefiere tomar un caldo de tomillo (sopa de farigola en Cataluña).
El aguardiente de tomillo se compone de diversas hierbas aromáticas. Se recomienda prepararlo así: de salvia, 15 gr. ; raíz o frutos de angélica, 10 gr., tomillo, almoraduj y comino, 5 gr. de cada cosa ; aguardiente seco, 1 litro. Se ponen todos los ingredientes a macerar en el aguardiente durante cuarenta días con sus noches, a sol y serena, en una botella bien tapada y colocada al revés, es decir, con el tapón hacia abajo; se revuelve suavemente sin agitarla, todos los días, pasados los cuales, se retira y se coloca durante por lo menos 24 horas en un lugar fresco. Luego se filtra el líquido y se le añade una libra de azúcar cuadradillo. Es un licor estomacal, para tomar un vasito después de comer o cuando se siente uno indispuesto, así como para calmar los dolores de vientre y contra las flatulencias. Puede tomarse solo o mezclado en una infusión caliente de tomillo, como antes indicada.
Los baños llamados tonificantes generales se preparan echando en ellos esencia de tomillo, de romero y espliego, disueltas en una onza de alcohol. (Dioscórides: Plantas medicinales)
En la cocina se usa para dar sabor a las carnes, sopas y guisos en pequeñas dosis por su intenso aroma. Es recomendable no utilizar con orégano ni con mejorana. Combina muy bien con estofados, papas, huevos, embutidos, escabeches y todo tipo de salsas. Utilizado en platos muy grasos, facilita su digestión y realza el sabor. Ya hemos comentado anteriormente su importancia para elaborar el bouquet garní y muchos platos de la cocina francesa. Indispensable en las preparaciones de marinadas (olivas), rellenos, guisos y verduras asadas o fritas (en especial setas y calabacines), conserva su sabor en platos de cocción lenta.
La caza, la carne de ave y las carnes a la parrilla ganan con tomillo que se utiliza seco añadido en las brasas de la barbacoa perfumando agradablemente( “Al conejo romero y el tomillo al cordero”).
Para los marinados con aceite y vino o vinagre es indispensable y para el condimento de todo tipo de verduras.
Se puede guardar en el congelador seco o fresco por lo que recomendamos disponer de tomillo por la cantidad de bondades que posee. En los viveros de plantas se puede adquirir para plantarlo en un tiesto cerca de la cocina expuesto al sol ya que requiere de mucha energía y no le importa la sequedad.
Tiesto con tomillo |
Excel·lent entrada!!
ResponderEliminarMolts! ben documentada. El vostre blog des de el primer dia em va agradar,
gràcies amics, bona nit