De camino hacia Málaga, nos paramos a comer en el Mesón
Sancho, también hotel rural. Este privilegiado lugar está situado en el límite
del Parque Natural de los Alcornocales, entre Algeciras y Tarifa, y desde él se
divisa un paisaje muy bonito: a nuestros pies el verde de los montes del parque
natural que van a parar al mar, al fondo las montañas de África y entre ambos
el estrecho de Gibraltar.
Estrecho de Gibraltar, al fondo los montes de Africa |
Teníamos que recorrer muchos Km y, pese a que la carta tenía
muchas cosas sugerentes propias de la tierra, elegimos un menú sencillo pero
delicioso.
Había una sopa de marisco que recomendaba la casa que estuvo
de diez. La tenían como especialidad y hubiera sido un fallo no pedirla.
Después nos sacaron unas ortiguillas fritas recién hechas que tenían el sabor
concentrado del mar cada una de ellas y “pescaito” frito en adobo.
Pero lo que más nos sorprendió era la guarnición que llevaban
las ortigas: unas zanahorias buenísimas, con algún tipo de aliño, que servidas
a temperatura ambiente resultaban deliciosas acompañando al plato o simplemente
solas.
Le pregunté al camarero con qué condimentos las habían
preparado y, después de haber adivinado alguno de ellos, sin ningún problema, nos
reveló el total del aliño, por supuesto no nos dio la formula, pero más tarde,
investigando en recetarios y preguntado, conseguimos hacernos con ella.
Hoy, la vamos a compartir aquí. Desde luego os lo recomiendo porque
es un auténtico manjar, fácil de preparar, barato y muy sano. Se pueden servir
como tapa para un aperitivo, usarlas como guarnición de un pescado o una carne
a la plancha o incluirlas en alguna ensalada y si sobra se guarda en el frigo,
el macerado con el aliño en nevera durante 2-3 días le va de fábula.
Los ingredientes:
- ½ kg de zanahorias
- Agua para cocerlas
- Sal gruesa
- Aceite de oliva suave
- Vinagre de Jerez blanco (para que no cojan más color)
- Zumo de limón recién exprimido
- 1 diente de ajo (puede ampliarse si gusta más fuerte)
- 1 cucharadita de cominos
- 1 cucharadita de orégano
- Flor de sal o Maldon
Ortigas de mar fritas con zanahorias aliñás |
La preparación:
Pon una olla al fuego y espera a que hierva. Mientras tanto,
pela o lava las zanahorias y córtalas en rodajas gruesas. Cuando el agua hierva
añade las zanahorias, pizca de sal y cuece hasta que estén al dente, es decir, blandas
pero enteras (10-15 minutos aprox.). Apaga el fuego y déjalas en el agua.
En mortero, maja el ajo, los cominos, el orégano y unos granos
de sal. Añade el vinagre (1 parte). A continuación añade el aceite poco y
remueve (3 partes). Añade un chorrito de zumo de limón. Escurre bien las
zanahorias y en caliente alíñalas con el majado. Deja macerar no menos de 3-4 horas.
Están mejor al cabo de 2-3 días, guardadas en el frigo, con
el aliño. Para servirlas, sácalas del frigo media hora o más antes para que
atemperen. Les puedes echar unas gotas más de vinagre o limón para darles más
chispa pero pruébalas antes por si no lo necesitan.
Existe otra forma de prepararlas: una vez hervidas y frías,
cubrirlas con una mezcla de agua y vinagre al 50% junto con los cominos
picados, el orégano, 2-3 dientes de ajo aplastados pero enteros y una
cucharadita de sal. Dejar macerando durante 2 horas o más. Escurrir el agua y
aliñar con aceite y zumo de limón.
COMENTARIO NUTRICIONAL
La zanahoria o Daucus carota es una hortaliza originaria de Afganistán. Existen
variedades de color blanco, rojo o amarillo, aunque generalmente es anaranjada.
Este color naranja se debe a la presencia de carotenos, entre ellos
beta-caroteno o provitamina A. Al pertenecer al grupo de las verduras y
hortalizas, podemos asegurar que el componente más abundante es el agua (88%),
seguido de los hidratos de carbono, que nos aportan energía y en este caso, en
cantidad superior a otras hortalizas ya que se trata de una raíz. Así mismo, es
fuente de vitamina E que interviene en la estabilidad de las células sanguíneas
y en la fertilidad y de acción antioxidante, y de vitaminas del grupo B, tales
como los folatos y la vitamina B3 o niacina. En cuanto a minerales, destacar el
aporte de potasio, calcio, yodo y fósforo.
Tanto cruda como cocida, es un alimento de
fácil digestión. Recordad que la forma de cocción también ayuda al
mantenimiento de sus nutrientes. Si la tomamos cruda, conservamos más sus
vitaminas y minerales.
Y olé!
ResponderEliminarViva la cocina sana, ¿te puedes creer que no he probado nunca el comino? Mañana mismo compro porque estas zanahorias hay que probarlas.
Me encantan los relatos de vacaciones, está bien saber dónde se come bien para cuando tengamos la suerte de ir por tan bellas tierras.
Siempre se me olvida decirte que qué bonito lo que le dice la flor al cielo, además me recuerda a la canción de Silvio de la gota de rocío, es tan bonita.. como casi todas las suyas, besinos!
Hola Maritxu, encantado de leerte, como siempre. Te recomiendo las zanahorias. A mi me sorprendió lo simple pero buenísimo. En la mayor parte de Andalucia se emplea a menudo esta especia, se debe a la estancia y cruce de sangres y cultura de los árabes por esta tierra. Reconozco que soy un admirador de la cultura árabe, en especial, la gastronómica, y te tengo que decir que el comino está presente en muchos platos, dulces, panes e incluso bebidas de la cocina árabe. Saludos, amiga!
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