Breve historia del cacao
En un breve recorrido por la historia del chocolate diremos que se atribuye su origen en las zonas tropicales de América del Sur, en las cuencas del Orinoco o del Amazonas. Parece ser que las primeras evidencias de su consumo se descubren en territorio mexicano, concretamente por Cristóbal Colon que lo presento a los Reyes Católicos, aunque no le prestaron demasiada atención debido al aspecto sucio y el sabor amargo de aquel producto desconocido. Los cálculos lo datan de unos 1500 a C. y al principio lo consumían liquido resultante de una fermentación de la pulpa del fruto a modo de “cerveza”. Lo utilizaban en los ritos, en particular los reyes y personajes con poder, sobre todo en las celebraciones matrimoniales pues era una bebida tonificante y energética.
También fue utilizado como moneda en las culturas prehispánicas para pagar un tributo a “Tlatoani” que era el gobernante elegido por los nobles en la cultura maya.
Fue Hernán Cortés quien volvió a presentar el cacao a la corte de Carlos I, momento en que comienza la historia del chocolate en Europa. Cortés lo describió así al probarlo: “cuando uno lo bebe, puede viajar toda una jornada sin cansarse y sin tener necesidad de alimentarse”. Le llamó la atención al conquistador, que para los aztecas tenía más valor que el oro.
Para preparar el chocolate era necesario un molinillo, un batidor de madera para revolver la bebida de cacao para hacerla homogénea. Los españoles, más aventajados en temas culinarios que las tribus de las selvas americanas lo tostaban, descascarillaban y molían, y volvían a moler hasta convertirlo en una finísima pasta que mezclaban con azúcar, canela, vainilla, almizcle y colorantes. Lo utilizaban básicamente para confeccionar bebidas pero no golosinas o pasteles. En 1711, Carlos I, se traslada de Madrid a Viena y se lleva la afición española por el chocolate, allí comenzó su fama por Europa, después pasó a América del Norte y así se fue extendiendo y diversificando en formas, molduras, colores, dándole muchísimas aplicaciones.
Para montar un esponjoso bizcocho de chocolate necesitaremos:
- 175 g de chocolate (pueden servir casi todos, aquí utilizaremos cobertura)
- 175 g de azúcar
- 150 g de mantequilla
- 75 g de harina
- 4 huevos
- 1 sobre de levadura Royal
Empezaremos mezclando el chocolate y la mantequilla en un bol bien al baño de maría o con un toque al microondas, a parte batiremos las yemas con el azúcar hasta conseguir una crema, aquí añadiremos el chocolate ya disuelto pero tiene que estar templado o frío. En otro bol más grande batiremos las claras de los huevos a punto de nieve y cuando estén bien montadas les añadiremos todo lo anterior con suavidad (movimientos envolventes de abajo a arriba). Por fin iremos añadiendo y tamizando la harina y la levadura en polvo continuando con movimientos suaves con la “lengua de vaca”. Forrar el molde con papel de horno o bien untarlo con mantequilla y espolvorearlo con harina para que el bizcocho no se pegue. Cocer el bizcocho en el horno (tercio inferior) precalentado a 200º durante 10 minutos, después bajar la temperatura a 180º y hornear 15-20 minutos más. IMPORTANTE: No abrir el horno durante la cocción, se bajará el bizcocho.) Cuando haya pasado el tiempo, sin sacarlo del horno pincharlo con un palito de madera (puede ser de pincho para barbacoa) y si sale limpio, sin nada pegado es que ya está terminado.
Una vez frío, para decorarlo, se puede untar la superficie con chocolate fundido al baño de maría que al enfriarse quedará una capa rígida o bien se puede untar con un poco de nata y rayarle unas virutas de chocolate; También se puede abrir por la mitad y rellenarlo de nata, frutos rojos (fresas, frambuesas, etc.), mermelada de naranja o de lo que más os apetezca. Es un postre de fiesta para ocasiones especiales.
COMENTARIO NUTRICIONAL
No hay duda de que el chocolate en todas sus variedades se ha convertido en uno de los placeres gastronómicos de los últimos tiempos. El bizcocho de chocolate en concreto, es un postre bueno, fácil y recurrente para acompañar celebraciones, fiestas y eventos varios. Sin duda, por su sabor dulce, deducimos que es un postre calórico y energético. Entre los alimentos que se utilizan para la elaboración, hoy destacaremos el que le da nombre: el chocolate. Porque…¿qué hay de cierto en los tantos mitos y creencias que de él se derivan?
En cuanto a su composición nutricional, claramente será diferente según la variedad o el tipo chocolate final que se obtenga. Los nutrientes principales son:
- Los hidratos de carbono o azúcares simples: proporcionan casi la mitad de la energía total.
- Las grasas: proporcionan la otra mitad de la energía del chocolate elaborado. La excepción es el cacao en polvo, que tiene muy poco contenido graso.
- La fibra: se encuentra en cantidades apreciables, aunque los productos acabados de chocolate contienen cantidades poco significativas.
- Las proteínas: la cantidad de ellas dependerá de si tiene lácteo o no (chocolate con leche).
De esta manera, si el chocolate tiene un mayor porcentaje de cacao y menos de leche, tendremos un chocolate más “negro”, asociado en la actualidad a diversos beneficios para la salud. Esto es debido, a que al tener más cacao, es mucho más rico en antioxidantes. Estos componentes como son los polifenoles o los flavonoides (epicatequina), son potentes antioxidantes que protegen al sistema circulatorio, en especial al corazón. Además, también tiene componentes psicotrópicos como la serotonina o la anandamida, sustancias que se encuentran de manera natural en el ser humano, y que obtenidas en dosis suficientes al consumir chocolate, facilitan una sensación de placer. Este hecho es el que explicaría el carácter “antidepresivo” que muchas veces se le asocia.
En conclusión, tenemos una mismo alimento con dos caras diferentes; por una parte, la mayor contraindicación podría ser el exceso de calorías (esto si se realiza una dieta excesiva de chocolate, más aún si éste va mezclado con grasas hidrogenadas, azúcares añadidos). Y por otro lado tenemos los beneficios asociados a los antioxidantes y a la parte más placentera.
Por tanto, se puede considerar que el consumo de cacao en todas sus variedades es recomendable siempre en el contexto de una dieta equilibrada y en cantidades moderadas para individuos sanos de todas las edades.
Si tenéis alguna duda o queréis más información respecto a algún tipo de chocolate en concreto, no dudéis en preguntarnos.
Si te echan de casa, te adopto, siempre que nos hagas estos platos.
ResponderEliminarBesos y a ver si nos cuentas el menú de la cena del 24, pero no sé si debes hacerlo... tengo tiempo de aparecer con la servilleta en tu casa.